CREAMFIELDS BUENOS AIRES
Pasión de multitudes

Entrevista JUE 15 NOV 2012

Creamfields, el festival más grande de música electrónica de la Argentina y uno de los más importantes del mundo, tuvo una nueva edición el pasado sábado 10 de noviembre en el Autódromo de la Ciudad. Aunque su convocatoria haya mermado con respecto al año pasado, sigue siendo -por lejos- el evento más convocante de la movida. A continuación te presentamos el review según la mirada y experiencia de los integrantes de Buenos Aliens.

Creamfields 2012

Más de una década de existencia con una propuesta tan multitudinaria, deja a la vista que en lineas generales, Creamfields Buenos Aires es un encuentro que no puede ser sometido a demasiadas críticas, al menos desde el lado empresarial y de marketing. Pero si llevamos el análisis al ámbito artístico, sin dudas, la deuda con el público es palpable. El problema no es sólo lo repetitivo de ciertos nombres propios, sino lo monótono del sonido al que se apunta, hecho que se empezó a hacer más notable en la ultimas ediciones, dejando de lado propuestas más alternativas y variadas del pasado, graficable en nombres como Apparat, Modeselektor, Plump Djs, Carl Craig o incluso en agrupaciones que a pesar de ser de lo más mainstream, hoy tampoco aparecen (Chemical Brothers, LCD Soundsystem, AudioBullys).

En este contexto, es remarcable lo que pasó en la carpa de Cocoon, donde se pudo escuchar a Sascha Dive, Solomun y Jamie Jones, artistas que se encuentran hypeados quizás, pero al menos son representantes de los sonidos que hoy están vigentes en el primer mundo musical. Tambien, vale mencionar como puntos altos y porqué no sorpresivos, a Richie Hawtin y James Zabiela, personajes archi conocidos por estos lados, pero que ofrecieron sesiones frescas, eclécticas y más jugadas de lo que se suele esperar de ellos.

Interesante también fue que el sector ENTER de Minus -de considerables dimensiones-, mantuvo a lo largo de la noche una concurrencia muy fiel, estando colmado constantemente, hecho que no ocurrió en la Cream Arena, bastión histórico del progressive que llamativamente se mostró con una concurrencia acotada en varios momentos.

Richie Hawtin - Creamfields 2012

Un agregado en los últimos años del festival fue el trance, estilo ignorado tiempo atrás, que contó con la aparición en el main stage de Paul Van Dyk y hasta con una carpa propia (poco visible y alejada del gran trafico en su disposición en el predio, detrás de un paredón). Por allí pasaron algunas de las novedades del festival, con artistas como Cosmic Gate o la primer participación de una banda amada por los argentinos como Infected Mushroom.

En esta edición, el escenario principal pareció ser una extensión de la Arena 1, comunmente asignada al electro y house más asimilable para el gran público, así pasaron por los principales horarios, Calvin Harris y David Guetta, las píldoras mas efectivas y comerciales de la música pop actual.

Si hablamos de infraestructura y producción, una inmensa pared de leds en el Main Stage fue la gran protagonista, apuesta visual que mantuvo su nivel en buena parte de los escenarios, exceptuando al discreto ENTER de Minus, que apenas contó con dos pequeñas pantallas a los costados de la cabina, en una propuesta que seguramente surgió de sus mismos protagonistas pero que nos pareció más pobre que minimalista.

Aunque la convocatoria haya mermado con respecto a la edición 2011 (rondaría los 50000 espectadores, un 30 % menos), no hay dudas de que el festival sigue intacto y más vivo que nunca, al menos como evento masivo, único e irrepetible en nuestro país. Aunque, como nos suele pasar, nuestro impresión final es que en ese entorno la música parece ser lo que menos importa...

Por Damián Levensohn y Dante

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