AUTECHRE
Un concierto para la imaginación

Como ya se está convirtiendo en una sana costumbre, hace unas semanas Buenos Aliens se pudo dar el lujo de estar presente en otros interesantes eventos europeos. En este caso, en una parte del tour europeo de Autechre, presenciando los shows en Estonia y Finlandia. A continuación compartimos nuestra visión.

Muy ocupados estos últimos años, el dúo inglés estuvo tocando en vivo en 2015 y lanzó 9 de esas grabaciones en vivo a través de su flamante nueva tienda online.  Este año editaron Elseq-1-5, su álbum de estudio número 12, y es inmenso. Más de 4 horas de música separadas en cinco partes, lanzado solamente en formato  digital. Decidieron presentarlo en un tour de más de 25 fechas acompañados de dos viejos amigos y compañeros del colectivo GESCOM, Andy Maddocks, fundador de  SKAM, y Russel Haswell, quien edita frecuentemente en Editions Mego.

Como siempre, hay dos partes de la historia cuando hablamos de Autechre, y no vamos a indagar mucho en porqué se los suele considerar el show más interesante  de música electrónica para escuchar en vivo. Mas allá de las confusas primeras impresiones, una vez que el árbol deja de taparte el bosque, la sensación es  indescriptible.

Intentemos describir el bosque basándonos en los dos shows que vimos: en la ciudad de Tallin (siendo esa su primera vez en Estonia) y en Helsinki, Finlandia.

En Estonia fue un poco más íntimo, llevándose a cabo en el Teatro Von Krahl, situado en el centro de la bellísima ciudad vieja de Tallin. Con entradas  agotadas, no habría más de 250 personas. La nieve durante toda la semana sirvió como un buen anticipo de lo que iba a venir.

Maddocks empezó su set para una audiencia que empezaba a formarse, y con esto nos referimos a un puñado de personas sentadas en el piso, en un salón que  estaba preparado para el show principal, con largas cortinas negras cubriendo las paredes. El primer set fue una mezcla de ambient y experimental que  convenció a la audiencia, llegado el final el salón ya estaba casi completo, pero más de la mitad de las personas seguían en el piso, y se mantuvo así hasta  que Russel Haswell subió al escenario, descorchó una botella de sidra, y se sumergió en su sesión de ruido lacerante a puro hardware analógico con algo  parecido a un Buchla. Fue inteligente poner a Andy Maddocks nuevamente luego de Haswell. Lo último que sonó antes del plato principal de la noche fue fundamentalmente bass, y algo  cercano al trap.

¿Cómo describir a Autechre en vivo? Sí, siguen tocando en una total oscuridad, así que no hay nada para ver, ni siquiera podés ver a quién tenés al lado. Ya  dijeron muchas veces que es lo más cercano a escuchar música con auriculares, y probablemente tengan razón. Autechre es un concierto para la imaginación.

Texturas cálidas y sonidos suaves desde el comienzo, es como descubrir un nuevo rango de colores, pero en sonido. Se sintió como un laboratorio de disección  sonora en vivo, con algunos drums subdivididos emergiendo esporádicamente, o diversos tonos que formarían algo cercano a una melodía. En algún momento te das  cuenta que se forman ostinatos con la estructura completa de lo que están tocando, y entonces todo cierra, y tu cerebro entra en éxtasis. No existen pads de  Ableton para lo que ellos hacen, todo está programado en MAX, así que lleva mucho tiempo generar la fuente con la que luego tocarán en vivo. Suena difuso y  acústicamente limpio a la vez.

Presenciar más de un show en vivo ayuda mucho a descubrir el bosque. Por más que haya parecido que tocaron un set similar, se sintió muy diferente en  Helsinki. El sistema de sonido era más intenso, algo como un Funktion One sonando muy fuerte, así de extremo. La audiencia era al menos el doble de lo que  era en Estonia, y la fecha se llevó a cabo en uno de los clubes más famosos de la ciudad. Ahí nos dimos cuenta que en realidad cambian con respecto al lugar  en el que se presentan.

Lo mejor de la noche vino poco antes del cierre de su set. Fue una secuencia de notas que parecían venir de un órgano de tubos inmenso, el sonido era intenso  y como procesado por el paso del tiempo, generando disonancia en algunas de las notas más altas, y una mezcla de nostalgia e intensidad que sacudió cerebros.  Todo esto formaría una gran melodía que parecía sumergirse en un pantano marca registrada de Autechre, y emerger en la distancia un poco alterada pero  rememorando aquella gloria.

La gente se volvió loca con esto, y creánme que no son audiencias muy expresivas. Sin embargo estaban gritando en Finlandia.

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Texto: Guillermo Cimadevilla