FIEDEL
"Me entristece que solo quieran techno"
En algunas ocasiones una entrevista se puede convertir en algo más. Ese es el caso de la charla -cara a cara- que mantuvimos con Michael Fiedler aka Fiedel. El experimentado artista nacido en la Alemania del Este nos deja un par de lecciones sobre cómo llevar adelante de manera genuina una carrera, tanto profesional como humanamente. Ser testigo de la escena rave berlinesa de los 90s y de la fundación de Berghain, son solo algunos de los hechos en los que nos sumergimos con el sabio creativo teutón.
- A pesar de contar con más de 20 años de carrera profesional, estás encarando tu primera gira por Sudamérica ¿Cómo viene siendo la experiencia?
Estoy disfrutando estar aquí, me sentí muy bien recibido tanto en Chile como en Argentina. Toqué en Santiago de Chile y el público fue muy receptivo. Siempre es placentero estar rodeado de gente que realmente quiere escuchar lo que hago. Como decís, es mi primera vez en Sudamérica, me resulta todo nuevo.
-Durante un período trabajaste en Hardwax, una de las disquerías más reconocidas a nivel global ¿Qué enseñanzas te quedaron de esos días?
En primera instancia aprendí mucho comprando discos, desde 1991 iba a la tienda como cliente. Luego, me sumé como parte del equipo. Fue muy importante para mí, estaba directo en la fuente, el lugar ideal para escuchar y aprender sobre música nueva.
-Sos uno de los responsables de la fiesta Wax Treatment y del Killasan Soundsystem ¿Qué nos podés contar sobre este sistema de sonido tan particular?
El soundsystem llegó a Berlín en 2001, Mark Ernestus -dueño de Hardwax- me consultó si quería hacerme cargo del aspecto técnico ya que soy ingeniero de sonido. Desde entonces, me ocupo de su mantenimiento, traslado, instalación. Fue creado entre fines de los 80s y principios de los 90s para reproducir reggae y dancehall, así que tiene una importante carga de bajos, suena contundente. Lo usamos 4 veces al año para Wax Treatment en Griessmuehle. A veces también lo alquilamos a festivales, por ejemplo uno en Copenhague. El año pasado también lo llevamos a una fiesta que se hacía en Milán y Roma, así que pusimos el soundsytem en un camión y fuimos. Fue una movida importante, jaja.
-Viviste los inicios rave de Berlín, primero como clubber y luego como artista ¿Cuáles son los recuerdos de aquella época?
De los 90s recuerdo que eran fiestas a las que todo el mundo iba a divertirse libremente y nos cuidábamos entre todos. Con el tiempo cambió mucho. Ahora, todo ronda alrededor de mostrarse, la gente va a una fiesta o club por los nombres, no por la música. Estaría bueno volver a los orígenes, cuando el concepto rave tenía sentido.
Cuando el techno se estableció en los 90s nadie sabía el nombre del dj, no había estrellas. Ahora, con Facebook, sabemos todo de todos, no es el mismo tipo de experiencia que vivíamos en el pasado. Por ejemplo, para Wax Treatment no publicamos el line up, el objetivo es crear una velada interesante, queremos que la gente venga aunque no sepa exactamente quién va a tocar. Se acercan porque saben que pasarán un buen momento, con un buen soundsystem.
-En una entrevista, refiriéndote a la escena electrónica actual, decías algo así como que casi todo lo que vemos hoy es falso ¿A qué te réferis puntualmente con esa afirmación?
Esto se convirtió en un negocio. Si tenés el dinero suficiente y elegís la estrategia correcta, seguramente puedas llegar a ser un "artista" top. Lo cual no significa que seas buen dj o buen productor. Con bueno digo que tengas la habilidad de llegarle a la gente, hacer bailar es fácil, pero "tocarlos", meterlos en un viaje y entregarles tus emociones; es algo que solamente nace de adentro. Hacer bailar a la pista con 3 horas de música directa sin matices es aburrido para mí. Esa, creo que es la situación falsa.
-En todo este panorama oscuro ¿Hay algo de luz en el camino?
Por supuesto, personalmente le pongo mi propia luz; y es lo que tiene que hacer cada uno. Por eso, disfruto mucho este tipo de tours, me puedo encontrar con gente que lo hace posible, que disfruta realmente de la música y compartir experiencias. Prefiero mucho más eso, que la situación mecánica de llegar a un lugar, tocar, que me paguen e irme.
-Antes de convertirse en Berghain, el club tuvo forma de ciclo bajo el nombre Ostgut, y vos fuiste parte de todo el proceso ¿Cómo viviste la evolución que lo llevó a convertirse en el club más nombrado del mundo?
Alrededor del 2000 mientras trabajaba en Hardwax, la gente de lo que en ese momento se llamaba Ostgut estaba buscando nuevos djs para completar sus line ups. Me sugirieron para que sea parte, me gustó la idea y desde entonces fui residente. Primero de Ostgut luego de Berghain.
Ostgut era más queer y gay, en tanto que, el club no es tan así. También cambió un poco la música. Creo que el público queer es el mejor que se puede tener: tienen la mente abierta, están dispuestos a seguir lo que el dj propone y aceptan diferentes tipos de música.
Mientras que el público mayoritario de hoy, esos que se ponen ropa negra -y todo lo que ya sabemos-, son estrictamente amantes del techno y no quieren escuchar otra cosa. Me pone un poco triste esa situación, a veces trato de llevar ese público hacia otros matices musicales, ya que tengo mucha música diferente que me gusta mostrar, y resulta difícil engancharlos por ese lado.
Eso es lo que pasa en Berghain desde que se convirtió en hype, alrededor del 2008, 2009. Fui parte de la creación de esa casa desde el año 2004 y no fue fácil. Seguido teníamos el club vacío, fue complicado hacerlo crecer y mantenerlo con vida.
-¿Cuál fue el click?
No es que hubo un click puntual, fueron varias cosas. Una es que con la ola minimal, el techno se convirtió en algo más digerible para la gente del mainstream. Se dio algo así como que para ese público era música que “no molestaba”. Antes hablabas con alguien de techno y te decían que era muy ruidoso, o solo un kick pegando al frente, pero con el minimal encontraron la forma de adentrarse en la música electrónica como género. Especialmente en Berghain, este tipo de música, y principalmente el lado más intenso, encajó perfectamente por varias razones, como el soundsystem. Por ese entonces, el club tenía uno de los sonidos más contundentes. Entonces, un dj llegaba y pensaba ¿Qué música puede funcionar acá? Así, es como nació el tan mencionado “sonido Berghain”.
-Llevás adelante en el club una residencia mensual, entre tantas presentaciones ¿Cuál recordás como especial o diferente?
Creo que debo haber tocado unas 50 veces en el club, muchas de ellas en Berghain floor. Pero recuerdo una muy especial, fue la noche de fin de año del 2017, en el sector Halle hice un set ambient de 8 horas. Tuve que dejar de tocar porque tenía que tomar un avión. La experiencia de tocar musica no de baile baile, sino para escuchar y relajarse, fue increíble. Puse todo lo que pensé que podía funcionar, desde ambient, tracks groovy, musica cinematográfica, incluso soundtracks de películas.
-¿Cómo fue la reacción del público?
Estaban muy metidos, disfrutándolo. Puse "Llorando" de Rebekah Del Rio -pertenecienta a la película "Mulholland Drive" de David Lynch [ver]-. La gente se acercó a la cabina coreando y también llorando. A eso me refería con “tocar” a la gente de alguna manera.
-¿El enfoque a la hora de producir también va por el lado de los sentimientos?
También tiene que ver con los sentimientos. No busco seguir un estilo en particular cuando hago música, me gusta combinar diferentes elementos musicales y ánimos. Hago la música que quiero hacer, no tengo alguien que me obligue a producir de tal modo. Trato de estar muy seguro de que la música que hago ante todo me guste a mí.
-A lo largo de tu carrera realizaste varios sets compilados, como por ejemplo, el año pasado la octava referencia en la serie de mixes de Berghain ¿Cómo encarás este tipo de trabajos?
En algún punto, la preparación es similar a cuando toco en un club. Trato de pensar que quiero lograr, a veces tengo ideas o sentimientos y trato de expresar eso. Luego, busco los tracks que pueden describir estos sentimientos, a veces el mismo track puede ser incluido en diferentes sesiones, pero describiendo diferentes sentimientos, de acuerdo al contexto en que se usa.
En el mix de Berghain una de las ideas iniciales fue, si es un set para Berghian no lo puedo hacer afuera del club. No quería generar algo artificial con música inteligente, desarrollado en Ableton y que suene perfecto, un producto. Ese enfoque no tiene nada que ver con el club, así que quise mostrar un djset real, poniendo vinilos y dubplates. Lo grabé en una toma en el club. Tal vez, otros artistas encaran un compilado de este tipo con otra idea, pero yo quise hacerlo asi.
-Ví en tus redes sociales que también dibujás ¿Cuál es tu relación con este tipo de arte?
Es más que nada un hobbie, de chico hacia graffiti. Pintaba con pincel y pintura porque no había aerosoles disponibles en la Alemania del Este. Pero bueno, para mí era costoso comprar pinturas y discos, así que en un momento me decidí por la música.
Recientemente hice un post con un dibujo de la puerta de Berghain. Veía todos esas selfies del público y artistas posando allí, y dije yo no quiero eso. Así que dibujé mi perspectiva de esa situación.
-Desde mediados de los 90s formas parte del dúo MMM, junto a Errorsmith ¿Cuál es la actualidad de este proyecto?
El año pasado nos tomamos un break ya que Errorsmith tuvo mucha repercusión con su álbum para el sello Pan. Viajó todo el año por el mundo, realmente se lo merecía porque es un gran disco y él esta trabajando hace muchísimos años en esto. Estoy feliz por él. Estuvimos de acuerdo en que era tenía que dedicarle ese tiempo a su proyecto individual. Cada tanto, nos juntábamos a tomar un café y le preguntaba ¿Todavía estás disfrutando? Al principio me decía que sí, seguro, y las últimas veces la respuesta era “odio viajar”. Yo también, odio más que nada las esperas en los aeropuertos, no tanto el viaje en sí.
Terminada esa etapa, desde diciembre estamos trabajando en nuevo material, de manera consistentemente. No tenemos la presión de un deadline, así que tomamos esa situación como un elemento de libertad. Si le ofreces un disco a un sello, te ponen una fecha de entrega y ya todo cambia.
-Para ir cerrando la charla, un tema del que se viene hablando mucho últimamente es de los casos de depresión entre artistas ¿Cuál es tu visión sobre este tema?
Los djs somos seres humanos normales, todos tenemos problemas. Si tocás 3 o 4 veces por semana, tenés un montón de presión sobre tus espaldas. El público espera que lo des siempre todo y de la mejor manera. Viajar es muy agotador y trabajamos en un horario en el que deberíamos estar durmiendo. A veces, los djs para lidiar con esa presión terminan en las drogas, y eso no mejora las cosas.
La solución puede ser dar un paso atrás, tocar menos, se puede ganar mucho dinero incluso tocando un poco menos. Es importante mantener tanto la salud física como la mental, hay que conocer los límites propios y saber hasta dónde se puede llegar sin afectar toda tu vida. Lamentablemente, el mercado te obliga a estar siempre presente, creo que esa es la más severa de las presiones que nos tocan. Hay que relajarse un poco...
Fiedel se presentará este sábado 16 de marzo en Under Club de Buenos Aires, realizando un set de 7 horas.
Enlaces:
Facebook de Fiedel
Facebook de Wax Treatment
Entrevista: Damian Levensohn
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