IVÁN ABALLAY
"La prohibición favorece a la clandestinidad"

Por estos días, se tendría que estar desarrollando el ya clásico fin de semana de Hernán Cattaneo en Córdoba. Pero el 2020 trajo consigo una pandemia que pone en jaque a la humanidad, y en particular, a la industria musical. En estos momentos que invitan a la reflexión, nos encontramos con Iván Aballay -responsable de BNP, una de las más importantes productoras del continente- para analizar presente y futuro de la escena.

-¿Cómo venía el planeamiento de tu año pre pandemia?

Estaba muy concentrado y puedo asegurar que estaba planificando tener el mejor año en la historia de BNP. No solo porque tenía muchísimos artistas confirmados, sino porque venimos llevando adelante un proceso evolutivo que está listo para alcanzar su máxima expresión.

Habíamos tenido un principio de año perfecto en Tulum con nuestra fiesta anual en la Rivera Maya, un day show que hacemos con Hernán Cattaneo y que es súper valorado por un público cosmopolita. De ahí seguimos con shows de la temporada outdoor en Córdoba y realmente todos anduvieron excelentes. Desde aquel fiestón con Nick Warren y Damian Lazarus, hasta el fin de semana explosivo con Maceo Plex y Shall Ocin, Michele Bibi y Knowbru junto a Ellen Beat. Hicimos el stage BNP en Cosquín Rock, con djs increíbles en dos jornadas continuas, bien planteadas y con una logística importante.

El comienzo de 2020 fue muy arriba e iba a sostenerse con algunos proyectos que aspiraban a seguir marcando un quiebre en la producción argentina. Con Damian estamos trabajando en algo gigantesco, luego de su show salimos de Córdoba y recorrimos juntos locaciones increíbles, es todo lo que puedo adelantar. También teníamos a Black Coffee por primera vez en Argentina, para ese show preparábamos una producción que iba a dar que hablar. Sven Väth con Ame para Cocoon y los clásicos -y potentes- shows con John Digweed y Dubfire.

Este año íbamos a duplicar la inversión para el weekend de Hernán en Córdoba, que honestamente iba a ser de los más grandes jamás realizados en Latam, incluido un invitado de lujo que nadie esperaba.

Pero bueno, lamentablemente todo se frenó de golpe. Y somos conscientes que por la dimensión de espectáculos que hace BNP, necesitamos estar en una situación de normalidad, porque nuestros shows mueven una rueda comercial múltiple que incluye transporte, turismo, hotelería, comercios y gastronomía. Es un movimiento de miles y miles de personas trasladándose desde todo el país y países limítrofes a Córdoba.

-Desde tu experiencia y el contacto que tenes con actores de las escenas de todo el mundo ¿Qué escena te imaginas cuando se pueda reanudar la actividad?

La verdad, hoy te puedo decir una cosa y la semana que viene otra, porque esta pandemia tiene en jaque global a la industria y más afecta a quienes más planificamos. Hace más de 25 años que trabajo en esto y nunca vi algo igual. El argentino está en cierta forma acostumbrado a vivir enquilombado, está claro que no somos un país estable, donde sea fácil proyectar. Pero poniendo mucho esfuerzo y profesionalismo se trabajaba. Aunque uno se acostumbra a la inestabilidad, intenta combatirla desde la creatividad y el pensamiento estratégico, al que en BNP le damos mucha importancia.

Siempre te estás reinventando (odio este concepto que se puso de moda ahora). Porque nos guste o no, la gente trabajadora en Argentina vive con la constante necesidad de reinventarse. Entonces, aunque la pandemia es inédita, el proceso que debemos afrontar ahora tiene que ver con que en Argentina necesitamos seguir siendo creativos para poder salir adelante.

Para este nuevo desafío, me imagino una vuelta muy difícil si no alcanzamos normalidad plena. Proyectamos meses de pérdida de dinero, porque las capacidades y los permisos serán seguramente restringidos. Eso hará que el regreso sea duro, no todos van a sobrevivir. Esto se está comiendo a todos y más a los pequeños productores que ya vivian al día. Nunca en mi carrera vi que productores, tanto grandes como chicos, estén en una misma situación de incertidumbre, y la poca confianza que están dando los gobiernos te deja en jaque. Es una situación inédita y completamente destructiva.

Si los gobiernos no escuchan a los empresarios serios, no va a salir bien. Es un momento en el que deberían escuchar a los que saben y aportan ideas, que trabajemos juntos, porque lo que queremos hacer es ayudar. Muchos estamos dispuestos a ir a pérdida los primeros meses con tal de volver a trabajar, pero es terriblemente destructivo cómo están abordando la problemática de nuestra industria. Te confieso que a veces me pego unas bajoneadas como nunca me pasó.

Hay mucha gente que la está pasando mal y eso me pone muy triste. Me gusta que a la gente le vaya bien, que sea feliz. Gente muy valiosa la está pasando económicamente muy mal, tanto BNP como otras grandes empresas sabemos que podemos poner la rueda en movimiento, siendo sumamente responsables. Necesitamos que quienes gestionan se dejen ayudar.

-¿Qué medidas crees que se podrían tomar y ayudarían a la industria en esta situación?

Después de 7 meses sin avances ni soluciones, creo que cualquier comienzo serviría para reactivar cuidada y progresivamente la industria. Nosotros, desde BNP, venimos hablando hace rato de la importancia de la responsabilidad individual de las personas. Y por que venimos trabajando desde ahí, sabemos que la gente no es idiota, sólo necesita información, un mensaje coherente y mucha empatía.

No se trata de prohibir, sino de trabajar en conjunto para que gobiernos, productores y público, recuperemos el derecho a producir y a consumir cultura. Cada uno poniendo lo suyo: unos el compromiso de un control eficiente, los otros la responsabilidad de cuidarse y cuidar a sus pares. Con esa fórmula todo debería ir bien, pero por ahora -lamentablemente- todo se limita a la prohibición y nadie está dando el paso que hay que dar políticamente para probar que todo funcione como debe ser. Esta situación de no hacer nada es destructiva, económicamente y psicológicamente.

Se le está haciendo mucho daño a muchísima gente.

-En el contexto actual se empiezan a dar cada vez más fiestas ilegales, situación que ya se vio en el verano europeo ¿Qué opinas al respecto?

Venimos trabajando hace rato para visibilizar las enormes diferencias entre nuestro trabajo controlado y la clandestinidad. Las fiestas ilegales son parte de un problema mayor que los gobiernos no quieren ver. Se piensan que la gente se queda en su casa como si nada pasara y no es así. Toda prohibición favorece a la clandestinidad y con la llegada del calor va a haber miles de riesgos que no van a poder controlar.

Como venimos diciendo, la clandestinidad perjudica y demoniza a quienes invertimos y trabajamos profesionalmente. Hoy se prohíben los eventos culturales controlados, en donde se podría juntar gente con cierta capacidad según los venues y con todos los protocolos correspondientes, información de la gente que estuvo, hora, día, datos generales, etc, etc.

Las fiestas clandestinas siguen ocurriendo y no hay nada de info de lo qué pasa, son sin protocolos, sin horarios, todo muy irresponsable. Es un poco tonto mirar para otro lado. Es una contradicción insólita y muy grave, para la industria, para la gente y a largo plazo, para los mismos gobiernos.

-Una de las pocas alternativas que apareció fue la de los streamings ¿Qué opinas del formato?

Streamings... la verdad, me tienen harto, mientras más sigamos con streamings, más tarde vamos a volver a la normalidad. Lo nuestro es en vivo. Mientras más directo, mejor es. La experiencia a la que damos acceso es en vivo 100%. Ojo, no hay que ser necios y entender que los streamings llegaron para no irse, porque son y serán parte de todo esto que vivimos, y parte del negocio. Cuando comencemos de nuevo serán seguramente muy importantes, porque no todo el mundo quizás pueda ir a un gran show y seguirán todo vía streaming.

Llegado el caso que vuelva a pasar algo como lo que pasó, es material que tenes para compartir mientras la cosa está frenada. Pero son un recurso complementario y amplificador de lo verdaderamente experiencial, que es el vivo.

He visto muchísimos muy buenos también debo admitirlo, en este momento sirvió para que los artistas conecten con la gente., Yo quiero volver a lo real ya, quiero ver a la gente bailar, compartir, vivir la vida normal. A eso nos dedicamos. Eso generamos. Eso sabemos hacer.

Entrevista: Damián Levensohn

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