EL DUBSTEP
Y la parábola Skrillex

El 2023 aparece como el año en que el bass music se revitalizó. Estilos como el dubstep, UK Garage y drum & bass, aparecen a nivel global con una relevancia que no tuvieron en muchos años. Partiendo de esa premisa y entendiendo la actualidad de Skrillex como un hecho clave para que se dé esta realidad, nos metemos en un análisis del momento actual del bass music, yendo de lo internacional a lo local. Incluye la opinión de Bad Boy Orange y Firpo (Bullybass).

Esta es una nota que vengo pensando desde hace algunos meses y prefiero creer que no es casualidad, sino confirmación, que en el día en que la estamos publicando, se anunció la primera presentación de Skrillex en la cabina de Berghain. Confirmación de que esa escena que alguna vez prefirió desmarcarse de él, hoy lo recibe de otra manera. Es que para quienes desarrollaron y expandieron el sonido originario del dubstep en Londres, la aparición de Skrillex fue lo peor que le pudo haber pasado al género.

Unos cuantos años después y con el artista estadounidense mostrando un sonido evolucionado y muy diferente al que lo hizo popular, se convierte casi en una obligación retrotraerse y pensar desde otro lado el bass music y su escena.

Un poco de contexto…

Empezaba la década del ´00 y en distintas zonas de Londres empezaba a gestarse un nuevo sonido -Croydon, un barrio en los suburbios de la ciudad fue uno de los principales epicentros-. Influenciados por géneros fundamentales que habían emergido en la década anterior, como el drum & bass, jungle y 2step, la primera camada de bedroom producers estaba amasando algo que marcaría a la escena electrónica hasta estos días. Eso que empezó a denominarse dubstep.

El sonido bass había encontrado una nueva vertiente que aportaba una experiencia sonora madura, introspectiva y “nerd”. El dubstep requería un soundsystem potente y un público paciente, que valore tanto el baile como la escucha, que prefiera la progresión del viaje a la satisfacción instantánea.

Artistas como Hatcha, Skream, Benga, Mala, Burial y Shakleton, se convirtieron en piedras angulares del movimiento. Sellos como Skull Disco, Tempa, Hyperdub y Hotflush, fiestas como FWD y DMZ, fueron los nombres propios que llevaron al dubstep de ser un movimiento londinense, a ser un fenómeno mundial, de nicho, pero mundial.

En Argentina, el sonido bass tiene un par de referencias ineludibles. En Buenos Aires, desde 2002 y aún con total vigencia existe +160, la fiesta comandada por Bad Boy Orange, en la que, si bien el centro está en el drum & bass, siempre fue espacio de difusión para todo lo que tiene que ver con el bass music.

Entre 2008 y 2018, en Córdoba emergió una isla, algo así como una extracción de Londres en la tiera del cuarteto: la BULLYBASS. Muy difícil poner en palabras lo que significaba estar en la pista o en la cabina de la Bully. Un ciclo que puso a Córdoba en el radar global del bass. En sus primeros años apostando al talento nacional, pero después trayendo a los principales referentes internacionales. Recibieron en su cabina a artistas como Appleblim, DJ Rashad, Addison Groove y Silkie, entre muchísimos otros (varios de ellos en tándem con la fiesta porteña Green Submarine). Leer últimos párrafos porque la Bully is back…

Estados Unidos, Skrillex, el dubstep y “el dubstep”.

Subiéndonos a un avión imaginario, en Estados Unidos, hacia finales del ´00 empezaba a gestarse algo que también se llamaría dubstep. El término que hasta ese momento englobaba a un culto de melómanos obsesionados con el proceso creativo y la experiencia sónica, pasó a ser sinónimo de un sonido comercial, ruidoso y superficial. El “nuevo dubstep” tenía un referente absoluto, Skrillex.

Favorito del publico adolecente, headliner de los festivales más masivos y más cercano a Steve Aoki o David Guetta que a los exponentes londinenses, Skrillex se convirtió en el centro de las críticas por parte de ese movimiento que durante años militó por un sonido que se vio totalmente desdibujado y descolocado.

La narrativa del dubstep había cambiado, y si bien un núcleo de artistas continúo cultivando el género, los inicios del ´10 marcaron un punto de partida para que muchos productores y djs se vuelquen a otros sonidos: cercanos al 4x4, al house o al techno y con bpm´s de entre 120 y 130, contra los 140 que se imponían anteriormente. Skream fue uno de los que tuvo una voz más activa expresando su disgusto con el camino que el dubstep había tomado.

Four Tet, la parábola Skrillex y el renacer de un movimiento.

A una década de su explosión mundial, podemos marcar el año 2021 como el punto de inflexión en la carrera de Skrillex. Para muchos -entre quienes me incluyo- fue llamativo ver una colaboración “del viejo impostor del dubstep”, con un artista súper respetado y con un background tan diferente como Four Tet. "Butterflyes" fue el track que los unió y que más allá de gustos, nos presentaba a otro Skrillex. El dúo siguió trabajando y sumaron a Fred Again.., no solo en el estudio, sino que llevaron el proyecto al vivo con djsets que permitían ver la química entre estas -en apariencia- tan disimiles personalidades.

Vienen dando shows épicos, como la presentación sorpresa en el Times Square de New York para Lot Radio. La consagración se terminó de dar en la reciente edición del Festival Coachella, donde hicieron la sesión de cierre para cien mil personas.

¿Quién tiene el poder para redimir a alguien? Probablemente nadie. Pero la parábola que dio la carrera de Skrillex tiene olor a eso. Y nos importa, no por su vida personal, nos importa porque nos encontramos en un momento en el que el sonido bass está en ebullición, con nuevas generaciones acercándose, con artistas experimentado y editando música de calidad.

El rebote argentino.

Para cerrar la nota y entender el contexto local, sumamos la opinión de Bad Boy Orange, uno de los máximos expertos y cultores del sonido bass en Argentina.

- El sonido 2023

Bad Boy Orange: "La nueva etapa de Skrillex, en la que se asocia con artistas como Four Tet, muestra una evolución que ya venía gestándose desde hace tiempo. Skrillex es indiscutiblemente un productor sumamente hábil, con la capacidad constante de reinventarse y siempre rodeado de talentosos compañeros como Four Tet, Noisia, Fred Again.., Boys Noize y Diplo. Veo un renacimiento del dubstep más refinado y arraigado en sus raíces británicas, ahora conocido como "140", pero Skrillex trasciende estas etiquetas para consolidarse como un artista de la música electrónica en un sentido más amplio, independientemente de cualquier género específico".

- La vigencia de +160

Creo que +160 es un ejemplo de perseverancia a lo largo del tiempo. Desde su inicio en 2002, el ciclo ha mantenido una presencia constante en la escena, y esto se debe a nuestro profundo amor por el Drum and Bass. A pesar de que en ocasiones este género no ha gozado de gran popularidad en la escena musical local, nunca nos desanimamos ni nos sentimos en desventaja. Siempre seguimos nuestra pasión y buscamos constantemente personas que compartan ese mismo amor. Nunca nos preocupamos por estar a la moda o ser considerados "cool". Esta ha sido siempre nuestra filosofía, ya que creemos firmemente que la pasión siempre supera las tendencias del momento. Nuestro enfoque siempre fue más bien: ¿Cuándo el Drum and Bass será completamente aceptado en la escena local? Porque desaparecer, eso nunca ocurrirá.

La situación actual de +160 es realmente emocionante. Hemos construido una comunidad sólida de seguidores que se conecta con nuestros fieles seguidores de años atrás. A lo largo de nuestros 21 años de existencia, hemos visto a nuevas personas unirse y a muchas otras regresar. En lo que va del año, todas nuestras fiestas en La Tangente, nuestro hogar desde 2017, han tenido entradas agotadas. Además de los talentos habituales, seguimos incorporando nuevos artistas locales que se suman a nuestra causa y enriquecen nuestra propuesta.

Otra palabra autorizada es la de Federico Mammana aka Firpo -uno de los fundadores de Bullybass-, quien nos deja su visión sobre las diferentes etapas del sonido, pero también nos cuenta sobre el regreso del ciclo cordobés, ahora bajo el nombre de El Fantasma de la Bullybass.

- Dubstep mainstream y underground

Federico Mammana: Skrillex en un momento era mala palabra para los que nos habíamos enamorado del dubstep de la primera ola, de ese sonido underground de UK que sonaba nuevo y diferente a todo lo que habíamos escuchado antes. En el momento que irrumpió en la industria de la música muchos dijimos ¿Qué mierda es esto? Poco tenía que ver con el género que nosotros tuvimos la suerte, o el privilegio, de haber visto nacer y expandirse, manteniendo esa esencia que poco tenía que ver con la máquina de hacer chorizos que rige la industria musical en el mundo. Skrillex se volvió tan popular como Justin Bieber o los djs superestrella de EDM.

Un año nadie sabía que era el dubstep y después de Skrillex, sonaba hasta en Tinelli. Todo el mundo hablaba del dubstep. No era una cuestión snob bardear lo que se había vuelto popular, más bien lo veo como una decepción de que el sonido se haya masificado tanto sin mantener la esencia sonora que lo había convertido, en lo que yo creo que, fue la última vanguardia de la música electrónica.

Pero viste como es, por lo menos a mí, la vida me enseñó que no hay que ser un hater, y ahora casi 15 años después analizo toda esa época de otra manera, en realidad lo que estábamos viviendo era la consagración del género. Más allá de que no nos sintiéramos representados por ese sonido, estábamos viendo como el dubstep se convertía en una institución por sí mismo. Como había pasado en diferentes momentos con otros grandes géneros de la musica electronica, como el techno, house o drum & bass. Creo que, una de las cosas que tiene que pasar para que un género se convierta en una institución, es justamente eso que estaba pasando y no nos gustaba.

Surge del under, empieza con un par de locos haciendo algo nuevo para un público reducido, la novedad va teniendo más adeptos y se convierte en un movimiento o escena, para después expandirse por el mundo, hasta llegar al mainstream donde lo explotan a mas no poder, para que se convierta en una moda –que tiene fecha de vencimiento-. Después, se olvidan de ese sonido, pero es ahí donde un estilo se termina de consolidar como tal, cuando pasa la moda, la gente que lo creó sigue en el ruedo, sigue existiendo una escena y se le suman todos lo que dejó la moda.

Después de haber digo esto, la verdad es que no estuve muy al tanto sobre qué pasó con Skrillex después de esa época en la que era el goat del EDM. Este año escuché dos temas que me pasó un amigo, uno con Flowdan y otro más, y dije opa, qué onda Skrillex. Me sorprendió, podría estar haciendo melodic techno, jajajaja, pero sacó un tema con Flowdan y suena bien, le está haciendo un tributo a la raíz. Me pareció algo copado, pero tampoco se mucho más. En cuanto al impacto en la escena actual, creo que es bueno, es tan grande y diversa la escena que muchos no deben tener ni idea que Skrillex está haciendo música con Four Tet o Flowdan, pero que alguien como él decida hacer un par de tracks con los que están ahí desde antes que nadie, con los reales, siendo una súper estrella del mainstream y yendo más para el lado del sonido original, creo que es algo que no le puede molestar a nadie a esta altura, de hecho, bienvenido sea.

- El Fantasma de la Bullybass

Fue muy loco y natural al mismo tiempo. La Bully murió en el 2018, decidimos que tenía que pasar a mejor vida, cada uno estaba con sus proyectos y estábamos medio cansados. Creiamos que diez años era un buen tiempo para el ciclo, que termine bien arriba, en un buen momento. Fue la única Bullybass a la que fue mi mamá, le dije: es la última tenes que venir, muchas veces los djs que venían de afuera paraban en su casa, cuando yo estaba viviendo con ella, creo que es la mamá del bass nacional, jajaja. Pedí un aplauso para ella con el micrófono, todo el lugar aplaudiendo, fue emocionante.
Una vez muerta la Bully, vinieron unos años medio chotos en lo personal. Diferentes problemas, el covid del orto, la cuarentena, el post pandemia, todo un mix de cosas. Todo eso me llevó a volver a juntarme con mis partners in crime de siempre para escuchar la música que ya no sonaba en la ciudad, con el soundsystem de Casa Babylon, sin mucho bla bla ni viri viri.

Así, es cómo se gestó lo que hoy es EL FANTASMA DE LA BULLYBASS, un evento mensual donde todo es bastante espectral y que se aleja un poco de las formas tradicional de producir una fiesta. Es gratis toda la noche, avisamos con una historia de Instagram un par de días antes, el lugar, la fecha y la hora, no ponemos line up, difusion boca en boca y por shareo. Es el último viernes de cada mes. No lo hacemos por lo económico, ni por figurar, más bien solo por la música.

Nota: Damián Levensohn