ROBERT LIPPOK
"Hacer mi álbum me llevó mas de 10 años"
Robert Lippok es uno de los integrantes de la legendaria agrupación To Rococo Rot, pero también desde hace varios años se destaca por sus trabajos en solitario. En el marco de la presentación de su más reciente EP para el sello Raster Noton, pasará su show por Buenos Aires la próxima semana, lo cual nos pareció una excelente excusa para dialogar con este referente de la escena de Berlín.
-Si bien en Buenos Aires vas a presentar tu show Redsupermotorfader, hace poco tocaste otros proyectos en Colombia y Brasil, ¿Qué destacás en lo que va de la gira?
Tres cosas fueron increíbles en esos viajes: Las dos presentaciones con Arto Lindsay en Belo Horizonte. Fue la primera vez que tocamos juntos. Él tocó un solo de 20 minutos, y luego hicimos un set juntos. No quisimos ensayar, así que todo fue improvisado.
Lo segundo a destacar fue la arquitectura de Lina Bo Bardi, que exploré por primera vez. Ella rediseñó el complejo habitacional en el que tocamos en Sao Paolo, llamado Pompéia. Radical, y muy hermoso.
Lo último, no por eso menos importante, fue el concierto para Sinfonía Trópico en un pequeño pueblo en Urabá, Colombia. Fue una colaboración con Carolina Riaño Gómez, Miguel Navas y Carlos Manco. Tocamos un set de electrónica y música folklórica de la región. Todos los niños estaban bailando. En otra parte del show un grupo de percusionistas con vestimentas tradicionales se unió a nosotros. Fue salvaje. Fue el comienzo de un viaje que me llevó por muchos lugares a través de la costa en la región de Urabá. Conociendo grupos musicales de allí, nativos, e intentando comprender y entender cómo se vive en un entorno tan complejo.
-¿Cuáles son los cambios más notorios que viviste en Berlin siendo artista?
Bueno, yo crecí en la Berlín socialista en los 70's, 80's. Mi alquiler era el equivalente a unos 20 euros. Un kilo de café costaba 40 euros. Tiempos extraños. Económicamente muy fáciles para mi gusto. Vivimos una vida bohemia. Trabajando sólo cuando queríamos, y con mi antigua banda hacíamos pausas de un mes a un año, porque pensábamos que estaba bien.
Cuando cayó el muro, todo cambió, y las cosas se tornaron salvajes. En los primeros dos años Berlín se convirtió en una especie de zona liberada. Cualquiera podía hacer cualquier cosa. Algunos artistas construyeron un arca usando tres tanques abandonados, otros estaban comprando aviones MIG rusos para ponerlos junto a una casa ocupada. Clubs por todos lados, y un nuevo género musical cada mes. Al menos así se sentía. Ahora todo está más establecido, organizado. Todo luce ordenado, ya no quedan ruinas. Berlín estaba lleno de ruinas cuando era niño. Un reino gris y quebrantado. Pero la ciudad aún sigue llena de sorpresas, llena de espacios sin usar. Algunas veces me pregunto si esto nunca va a parar. El futuro dirá qué rol jugará esta cultura auto-organizada. Espero que uno importante.
-¿Hay algo que extrañes de esos días con ruinas por todos lados?
Había poco color en la ciudad. Relajaba la vista, y siempre podías sentirte conectado con la historia. Cada pequeño agujero en los muros te recordaba lo que había pasado. En nuestros días la gente quiere borrar todos los puntos negros, las heridas de la ciudad. Pareciera que no quieren que nada les recuerde que un gran demonio llegó desde este pueblo al mundo, y yo no entiendo por qué. Ahora todo tiene que ver más con las compras y con mostrar a Berlín como un lugar hip y feliz.
Cuando era niño, el Este era una gran zona de juegos debido a las ruinas por todos lados en el barrio. Encontraba muchísimas cosas interesantes en sótanos y edificios viejos. Pero no estoy sentimental por los tiempos comunistas, eso era una dictadura, y mucha gente tuvo que sufrir.
-¿Qué fue lo más difícil que tuviste que superar para vivir de la música?
El estar cansado combinado con el estar completamente excitado. Cuando estás de gira, siempre estás agotado, pero también en modo alerta. Es muy loco. La lentitud es algo agradable contra lo que tengo que luchar algunas veces. Mi álbum para Raster Noton llevó más de 10 años, no porque sea un trabajador lento, sino porque soy lento a la hora de tomar decisiones. Me puse un poco más rápido últimamente pero aún sigo luchando contra eso. Puedo estar 4 horas en algunos fades, especialmente el final preciso de cada track. Digamos los últimos dos segundos, pueden llevarme bastante tiempo. Tiene que irse en el modo que considero perfecto.
-¿Algunas de tus mejores experiencias tocando en vivo?
Tengo muchas. Tocar sangrando, tocar junto al mar justo antes del ocaso, tocar con sólo mi novia en el público, porque no fue nadie (fue un gran concierto). Tocar con Ludovico Einaudi para para un Royal Albert Hall colmado de gente. Tocar tan borrachos que mi hermano Ronald pateó la batería, uno de los instrumentos cortó el cable principal, y el show estaba siendo transmitido por la Radio Nacional..
Tocar un gig secreto en el edificio del Parlamento del Gobierno, tocar a 2700 metros de altura en Bogotá. Tocar con Stereolab en el Brixton Academy. Y por supuesto haber conocido tanta gente fantástica y entusiasta.
-¿Cómo describís la escena de las disquerías en Berlin?
Creo que está bien. La gente sigue amando el vinilo, una nueva tienda abrió hace poco a la vuelta de casa. Soy más de chequear negocios de usados porque compro música nueva sólo digital. Principalmente busco música barroca y antigua, pero lo último que compré fue un buen disco de pre-techno de 1986 llamado 16 bit. Y una compilación con música electrónica africana de los 90's.
-Trabajaste en más de 20 tracks para el nuevo álbum de To Rococo Rot. ¿Cómo fue el proceso de selección y mezcla de Instrument?
Eso fue muy especial. Elegir los tracks fue bastante fácil y rápido. Lo habíamos hecho antes de hacer las mezclas. Stefan sugirió que lo hagamos por separado, dividiendo los tracks finales entre nosotros. Él hizo algunos en Düsseldorf y Ronald y yo trabajamos en mi estudio en Berlin.
Nos enviamos ideas para averiguar cuál es el mejor método. Por lo general escucho mis mezclas en diferentes entornos, para ver dónde están los problemas. Uso monitores Genelec 1030 en casa. No podés controlar los low end con ellos, ya que no son tan profundos en el espectro de frecuencias. Así que tengo que chequear los bajos en algún otro lugar.
Al final le dimos todos los tracks a nuestro estudio favorito de mastering, Calyx Berlin. Ellos conocen bien nuestro sonido, y aún cuando nosotros pensamos que la mezcla que les dimos estaba bien, suena mucho mejor cuando ellos lo han tratado. Aún cuando pensás que tu mezcla es perfecta.
-Este año tuvieron un nuevo tour. ¿Alguna diferencia entre esta gira y las anteriores?
Esta vez nos dividimos las fuentes de sonido de un modo distinto. Stefan tocó el bajo, Ronald la batería y yo estuve a cargo de la parte electrónica. Trabajamos en este setup bastante tiempo, y mantiene las cosas limpias, fuertes e intensas.
-Hace ya 20 años del primer lanzamiento de To Rococo Rot. ¿Pensabas que iban a seguir haciendo música por dos décadas cuando empezaste?
Cuando tenía 18 años no pensaba que fuera a subirme a un escenario a los 35. Me gustan los proyectos a largo término, también me gusta conocer gente durante mucho tiempo. Las cosas van creciendo cuando tenés tiempo de dejarlas respirar. También disfruto cuando no pareciera que las cosas vayan a desarrollarse. No creo en la idea capitalista de que todo tiene que crecer y expandirse. Eso no está en mi naturaleza.
-Y más de 15 años desde el primer trabajo en el sello City Slang. ¿Qué es lo mejor de trabajar con ellos?
Nos conocen. Conocen a la banda, y nuestra música. Son gente honesta, no son pretenciosos, y son unos absolutos entusiastas de la música. Nos separamos cuando fueron adquiridos por un sello más grande, y tornó la situación un poco difícil para nosotros. La gente entendió que las pequeñas tiendas de discos no iban a pedir 50 copias de to rococo rot. Al final, una de las damas en City Slang tuvo que enviar vinilos a algunas tiendas por cuenta propia. Pero esos días están atrás, y City Slang es independiente otra vez, y es uno de los sellos alemanes más interesantes.
-¿Qué canciones elegirías para describir la esencia de To Rococo Rot?
Tal vez dos. Telema, que muestra cómo nos manejamos con las melodías. Y Lips, uno de mis temas favoritos de to rococo rot. No es exactamente música, lo veo más como una escultura. Un loop, y algunos micro desarrollos fuera de él.
-¿Lo último bueno que escuchaste?
Un amigo de Londres cada tanto me dá un DVD lleno de música. Y algunas veces tengo el coraje de ir a recorrer disquerías, él también me pasa vinilos para escuchar. Me gustan las pequeñas aventuras de ir a las disquerías. Estos son algunos de los temas que disfruto escuchar últimamente:
Vril - Voices in Your Head
Russel Haswell - Spring Break
Gardland - 0214
Wen - Signal
Jessy Lanza - You and Me
DVA - Hart Matters
Kreidler - Alphabet
Blondes - Hater
Abdulla Rashim - Afar Depression
Femme En Fourrure - Sunburn
Como adelanto del Robot Festival 2015 en Buenos Aires, el sábado 6 de diciembre la Usina del Arte recibe un evento multimedia de entrada gratuita, que tiene como plato fuerte la presentación de Robert Lippok y su show Redsupermotorfader. Un mix especial de su disco Redsuperstructure para el aclamado sello Raster Noton, y de su EP Robot. Habrá una entrevista abierta a cargo de Pablo Schanton antes del concierto
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Entrevista: Guillermo Cimadevilla
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