ENTRADAS PARA EVENTOS
El precio de la electrónica
Durante los últimos meses el tema precio de entradas se convirtió en uno de los tópicos habituales en la noche electrónica local. Siendo un tema sensible que tiene varios ángulos para ser pensado, nos propusimos recorrer de la manera más prolija y minuciosa posible las diferentes variables que concluyen, muchas veces, en ingresos con valores exorbitantes.
El contexto indica que Argentina es un país sumergido desde casi dos décadas en una incesante inflación. La escalada de precios puede ser -en algunos casos- justificada por diferentes factores que afectan al proceso de realización de un producto o la prestación de un servicio. En cuanto a la industria electrónica, la rentabilidad del negocio en sí no está en duda, no solo en la Ciudad de Buenos Aires, sino también a nivel nacional, mostrando una creciente oferta de eventos.
La tragedia de Time Warp y el cambio en el mapa de grandes festivales es uno de los puntos principales que esgrimen los productores y clubs. Es que a partir de ese incidente nefasto, la mayoría de los espacios vieron reducida su capacidad, en algunos casos, hasta en un 30%. Otra consecuencia, pasa por el hecho de no tener eventos como Creamfields, casa habitual para algunos de los artistas internacionales más cotizados, quienes pasaron a tocar en clubs (situación que no modifica demasiado sus abultados fees). Para graficar, nombres como Carl Cox o John Digweed, pasaron de tocar en un evento para 50.000 personas a uno para 3.000.
Muchos se preguntarán cómo es posible que se realicen eventos de artistas internacionales con ingreso gratuito y en otros se cobren cifras que llegan a los mil pesos. Al respecto, se pueden dar un par de situaciones; una respuesta menor a la esperada durante las semanas previas al evento o la posibilidad de que sea un artista que viene como parte del contrato de un dj más grande. Es decir, club "X" bookea a un dj mega reconocido, pero la agencia del mismo pone como condición para acceder a él, bookear en otras fechas a algún artista de los "de relleno" de la agencia.
Alejándonos un poco del detalle, no hay que perder de vista que esto al fin y al cabo es un negocio. Si bien muchos de los actores de la escena ponen su alma por pura pasión, lo que termina moviendo todo es el dinero. Es entonces que, el balance para un espacio que abre semanalmente, se puede hacer por jornada o en un promedio anual, situación que lleva a aquellos a quienes más les importa el billete, a querer recuperar con un evento que saben va a ser sold out -poniéndole un plus a la entrada-, lo que perdieron en alguna otra noche.
La calidad de los eventos es otra de las aristas de este recorrido: el consumidor de espectáculos debería hacer respetar sus derechos. No nos queda otra opción que volver al tema Time Warp, durante muchos años el público -en general- se quejó por varias falencias que solían tener los eventos masivos. Pasaron los años, las quejas siguieron, pero la gente nunca dejó de concurrir a los mismos. Es donde entra en juego la autocrítica que el usuario tiene que hacer. ¿Estoy yendo a un evento de calidad? ¿El precio de la entrada se condice con lo que me ofrecen? Y claramente no hablamos de la talla del dj en cuestión, sino de todos los aspectos que hacen a la seguridad y comodidad mínimamente esperables.
Uno de los últimos puntos que nos interesa mencionar tiene también como protagonista al público, en este caso, relacionado con los eventos más pequeños e independientes. Este tipo de producciones no suelen tener sponsors y ni siquiera reciben la totalidad de la recaudación. Básicamente, se trata de cubrir gastos y pagar a los artistas y demás personas que trabajen en la producción. ¿Y cuál es la respuesta muchas veces por parte del público? Pedir un acceso free.
Conciencia por el trabajo de los demás, por un lado, y conciencia empresarial, por el otro, parecería ser que es lo que está escaseando estos últimos años en la creciente escena de un país que se encuentra constantemente enfrentando dificultades económicas.
Texto: Damián Levensohn
Artistas Relacionados:
Carl Cox
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John Digweed