GABRIEL FERREIRA
Gira europea en primera persona
A unos días de haber finalizado una nueva gira por continente europeo, le pedimos a Gabriel Ferreira que escribiera algo así como un diario de ruta con lo más interesante de su viaje. Experiencias musicales, personales y de vida, en un interesante recorrido al que nos invita a sumergirnos el artista residente en Buenos Aires. A continuación, su relato.
Todo viaje es constructivo en diferentes niveles. Cada artista que viaje y se adentre en una ciudad, cambia su forma de pensar, abre su cabeza hacia nuevas ideas y capta nuevas inspiraciones para construir su propio mundo.
Desde el inicio me fui mentalizando en que cada una de los gigs iba a ser muy distinto en cuanto a gente y estilo, con lo cual tener mucha música producida durante estos últimos meses me abrió el panorama para disfrutar todo al máximo.
Llegué a Berlín a mediados de mayo, haciendo base en la casa de un amigo berlinés, en Friedrischain, con quien intercambiamos ideas y anécdotas de cómo viene la escena hoy en día. Es fundamental interiorizarse respecto a la actualidad del lugar, para saber cómo divertirse y hacer divertir a la gente, algo básico en nuestro trabajo. Además, estar constantemente trabajando en la música, te hace sentir mejor, más adentro, y más conectado con la ciudad.
Las primeras dos presentaciones fueron en Noruega, un país que me dio una primera impresión fría, pero con un panorama totalmente sorpresivo. El día que llegué a Oslo se conmemoraba el día nacional del país, donde cada ciudadano se viste con un atuendo típico (lo podría comparar con ropa de nuestra era colonial). Fue muy divertido ver a toda la gente bailando con sus trajes. Se sintió muy extraño y cálido a la misma vez. En lo musical, el set pasó por un estilo ácido, con mucho ritmo y breaks, algo que al parecer era nuevo para ellos, pero rotundamente genial para bailar. Fue un placer tocar en Elefant y compartir momentos con todo su equipo, me sentí muy cómodo, hice muchas amistades.
Al día siguiente fui para Bergen, la segunda ciudad más grande del país nórdico, hermosa en paisajes y arquitectura. Mucha gente de todo el mundo recorriendo las estrechas calles con subidas, bajadas, y una gran cantidad de túneles bajo montaña. Allí estuve en Dwell, un bar que se convierte en disco por la noche, con gente relajada y bailando sin descanso. Me sentí genial con el set, particularmente lo que más me gusta hacer, con mucho down tempo, hasta casi rozando un estilo rockero.
Al día siguiente regresé a Oslo disfrutando del vuelo al máximo, posiblemente uno de mis mejores vuelos, con paisajes que sólo Noruega puede ofrecer... Nuevamente estaba en Elefant, con una gran fecha junto a John (Zoo Brazil), que consolidó aún más mi relación con los noruegos. Quedó el visto bueno para mi próximo viaje, ya que conocí mucha gente de bien, fanática de la música, con una gran apuesta por la diversión y fiesta. Fue una gran experiencia que significó una 'primera vez' y marcó un inicio para futuros gigs en el país.
De regreso a Berlín, con su humedad y cambiantes climas de primavera, encaré las siguientes dos fechas. Nada mejor que debutar y tener la oportunidad de estar en el mítico club Goldengate, un sitio ideal para el techno underground, salido del área de clubes que rodean al rio Spree, muy cerca de Jannowitzbrücke. Su interior, oscuro, tiene una pista para unas 200 personas, una sala con sillones y con una escenografía particular. Generalmente, suelen presentarse djs locales, pero esta fue la excepción. Un set genial, divertido, con mucho sudor en el interior. Allí conocí a Tim, un personaje, músico y dj, con quien compartí la fiesta, tocando de 5 a 8 am.
Al día siguiente, con el sol radiante y mucho calor, tomé el vuelo hacia Munich para seguir mi recorrido hacia Landsberg Am Lech, una ciudad pequeña en el sur de Alemania, que hasta muchos berlineses desconocen. Allí, me presenté por segunda vez, en Sonderbar, compartiendo cabina junto a Barbara Klein. Reconocí muchas caras que me visitaron el año pasado, pudiendo adentrarme más en su gente, que se volvió más suelta con mi música bailando a pleno hasta las 5am. El domingo, posterior a la fiesta, los promoters me llevaron a dar una vuelta por la ciudad, que aún no conocía, visitando los huecos que sólo un local conoce. A no más de 20 minutos caminando se puede acceder a una reserva, a orillas del rio Lech, avistando una gran cantidad de especies y admirando el paisaje verde y azul, lleno de vida. Mi sistema se empezó a restaurar con el aire puro y el relajante color de la naturaleza plena, cargando energías para mi vuelta a Berlin.
Ya era principios de junio, el clima invitaba a los berlinenses a gozar del sol y azul del cielo. Mis caminatas por Gorlitzer Park y los atardeceres 10:30 pm en Modersohnbrücke bridge junto a mi Gösser en mano se convertían en una postal inspiradora y relajante, al igual que los recorridos por distintos clubes y fiestas junto a la banda de amigos que residen en la ciudad.
Mi siguiente gig tuvo lugar en Crack Bellmer, situado dentro del Raw Area, muy cerca de Warschauer. Mi amigo Ralf me invitó a participar de sus fiestas As Usual. Junto a Menace Calmer tuvimos una fecha genial, disfrutando de la música, y con una centena de personas bailando en un beat más deep y en un ambiente más ameno.
Ese mismo fin de semana, y con un estilo diferente, me presenté en Bohnengold. Un club y fiesta (We Are Tofu), en donde mis producciones encajan al 100%. Está en el popular barrio de Kreusberg y se compone de dos partes, la fachada invita a tomar unos tragos y a comer algunos bocadillos, pero quien sabe que existe un club background, entra sin preguntar y se dirige a la fiesta, en el trasfondo del bar. Allí estuve junto a Pink Skull tocando durante unas fantásticas y cambiantes 4 horas. Al terminar, como de costumbre, fuimos a Club der Visionare, no de mis preferidos, pero es bueno para calmar los ánimos de fiesta con un poco de música.
Finalmente, y luego de unos días de descanso, llegaba una de las fechas que más esperaba: Sisyphos. Pocos días antes me enteré que iba a estar en la pista principal, Hammahalle, una de mis pistas favoritas en el mundo, en donde sólo suena techno. Sabiendo que era mi oportunidad de hacer algo personal, fui preparando un set para la ocasión, y llegado el momento pude disfrutarlo al máximo. Quedé muy satisfecho con mi ofrenda musical. Pude sentir que la gente estaba bailando y conectada al 100% con mi música, miradas y agites aprobando, gozando, sonido Funktion One y un clima ideal. La energía que se vivió fue única, Sábado por la noche, una pista llena, clima genial, todo perfecto, una de mis mejores presentaciones hasta el momento.
Sisyphos es un lugar especial en el mundo, a mi gusto uno de los dos mejores clubs de Berlín -junto a Berghain. La gente llega el viernes por la tarde-noche, y muchos se quedan hasta el lunes por la mañana. Tiene 4 pistas, todas para distintas ocasiones del día. Podés comer en el mismo lugar, relajar, jugar, y ser libre, ya que no hay prejuicio alguno. Las puestas visuales son únicas, cada pista idealizada para sumergirte en un mundo distinto. Un club digno de conocer para dejarse llevar y disfrutar.
Luego de mi fecha en Sisyphos, y con un extenso día non-stop, fuimos a Else Open Air para ver a un tal Roman Flügel, que con su magnífico set hizo caer el sol de domingo, cerrando un fin de semana ideal. Cada día que pasaba, era menos el tiempo que restaba para terminar el tour, sentía que el goce berlinés me hacía pasar el tiempo a un ritmo muy acelerado.
Mi siguiente gig, el último en Berlín, fue en Salon Zur Wilde Renate, popular club de la ciudad, ocupando la estructura de un edificio, compuesto por varias pistas y en donde se siente un clima teatral. La escenografía, al igual que en la mayoría de los clubes en la ciudad, es versátil y exótica. Se puede observar una cama doble plaza, tv, teléfonos de tubo y sillones, en uno de los pasillos que conecta ambas pistas principales. Ese jueves la lluvia fue el contexto para la fiesta Queer, con su cierre de ciclo. La música de la noche, luego de La Fraicheur, me llevó a mezclar un set diferente, bajando a un estilo más housero y deep de lo que venía presentando en las fechas anteriores. Siempre es bueno participar en Wilde Renate, y al igual que con Sisyphos, residir en verano en estos clubes es algo que agradezco haber logrado.
Esa misma mañana, con una gran lluvia a la salida, caminé unos cinco minutos hasta Treptower park para tomar mi tren hacia Shoenefeld. Mi próximo y último destino era Glasgow, en Escocia. Nino Blink y su grandioso equipo en The Club, Paisley, organizaron una fiesta extraordinaria, ideal para cerrar mi tour.
Al llegar pude reconocer lugares y caras de aquella fecha que tuve en el mismo espacio en 2012. Con un clima diferente y seguidores con un ánimo fresco, la fiesta salió genial. Tim Haux y Nino Blink me dejaron la pista en un clima ideal para subir y hacer bailar a todos durante mis casi 3 horas. Al finalizar mi set supe que todo había terminado, pero la sensación única de saber que hay un gran apoyo hacia mi música, no me lo saca nadie.
Supe que mi viaje terminaba allí, pero también supe que soy bienvenido en cada lugar en el que estuve... Y no sólo como artista, sino como amigo y compañero de una comunidad que cada vez es más grande.
En resumen, las experiencias que viví e ideas que capté durante estos 45 días fueron constructivas al 100%. El nivel de relax social con que se vive te permite aprender aún más, relacionarte con gente que opina distinto es lo mejor que podés encontrar. Más allá de todo, la sociedad, seguridad y nivel cultural están en otro nivel de bienestar que el argentino y sudamericano no conoce.
Mayo 17 @ Elefant, Oslo, Norway
Mayo 19 @ Dwell, Bergen, Norway
Mayo 26 @ Goldengate, Berlin
Mayo 27 @ Sonderbar, Landsber am Lech
Junio 08 @ Crack Bellmer, Berlin
Junio 10 @ Bohnengold, Berlin
Junio 17 @ Sisyphos, Berlin
Junio 22 @ Wilden Renate, Berlin
Junio 24 @ The Club, Glasgow
NO FOTOS, NO VIDEOS, SOLO DIVERSIÓN.
En cada uno de los clubs berlineses en donde estuve, el lema es bien claro: no hace falta vivir de la imagen, y es por ello que me dejé llevar, sintiéndome cómodo a lo largo de todo el viaje sin tomar registros visuales de las presentaciones. Uno se fortalece consigo mismo sabiendo que hay apoyo al músico. No hace falta tener una foto o video para tener seguidores o más fechas… A lo largo del tour, muchos amigos me pedían material de imagen, pero sin saber cómo explicarles, preferí no contestarles y esperar que algún día puedan vivir lo que viví yo, así pueden darse cuenta por sí mismos de que los argentinos y sudamericanos en general, estamos muy lejos en cuanto nivel socio-cultural, y que debemos cambiar drásticamente para poder gozar y disfrutar más de nuestras fiestas.
Enlaces:
facebook.com/gabrielferreiraofficial
Texto: Gabriel Ferreira
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