FLAVIO ETCHETO
"La gente necesita cierto grado de conciencia"
Trineo, Ocio y Roken son solo algunos de los proyectos por los que Flavio Etcheto trascendió y se convirtió en un hacedor único para la música contemporánea. A unos días de haber editado un EP para Casa del Puente, nos encontramos en una charla sin desperdicio que recomendamos enfáticamente disfrutar de principio a fin.
El inicio de diciembre nos mostró la noticia de que Flavio Etcheto volvía a editar música a través del sello Casa del Puente. Inmediatamente pensamos en que era una inmejorable ocasión para entrevistar a un artista sensible y fundamental, una deuda que teníamos en estos últimos años en los que entrevistamos a una buena parte de la escena.
Así es que ante el inmediato feedback positivo de Flavio, acordamos encontrarnos teléfono de por medio y ciudades de por medio, ya que desde hace algunos años reside en Mar del Plata. La charla, enriquecedora, llena de matices y sentimiento, nos llevó por temas como la inspiración, el destrato de las grandes discográficas, su acercamiento actual al arte y varias cosas más. Obviamente hubo tiempo para el recuerdo de Gustavo Cerati, su gran amigo y socio artístico.
-El motivo que nos acercó para tener esta charla es la edición de un nuevo EP de tu autoría después de un tiempo de silencio discográfico ¿De qué se trata esta nueva placa?
Hice un puñado de canciones que tenían letra y decidí dejar las tres canciones que quedaron pensando en el formato de 7". Se llama Tríptico y muestra las tres cosas que estoy atravesando sentimentalmente. Por un lado, la oscuridad y la densidad del primer tema (Meditera). Llama a la meditación, hablo de querer saber dónde ir. Una necesidad de cómo pasan los meses y no surge algo positivo. La revolución de la alegría no sucede.
El segundo tema es una cuestión más romántica, donde hay palabras, hay evocaciones a situaciones románticas del mar que es donde actualmente vivo y me genera muchas situaciones muy lindas al lado del agua, sobre la arena, el viento, la espuma.
El tercer tema tiene una musicalidad extrema, es exclusivamente música hasta un final que habla de la esperanza, de que algo siempre se puede sacar y volver a renacer. Habla de una esperanza que aún puede ser percibida antes de que aclare. Y está identificada con esta musicalidad del piano, del arreglo de chelo y viola que tienen cierta nobleza al sonido, a las melodías, a la armonía.
Le hice una ilustración a cada tema que los representa gráficamente. Fue grabado en mi mini estudio, producido y masterizado por mí.
-Mencionas la salida en 7" ¿Qué valor le das al formato?
El vinilo es un material que tiene que ver con el objeto, es un objeto musical. El vinilo lo que tiene comparado con el digital, es un rango menor de audio de apertura del estéreo y tal vez una pérdida de calidad de sonido, pero también tiene el romanticismo del material. Proporciona otro placer el poner el disco en una bandeja.
-Esta charla telefónica la estamos manteniendo a unos cuantos kilómetros de distancia ya que desde hace algunos años residís en Mar del Plata ¿Cómo se dio ese cambio y el alejamiento de Buenos Aires?
Me mude a raíz de que me enamoré, aunque al pasar el tiempo me di cuenta que también tuvo que ver con el problema de Gustavo. Me costó mucho, hasta hace muy poquito tiempo no podía escuchar su música sin sentir un poco de tristeza. Ya asumí su falta y montón de situaciones que me llevaban a tener cierta melancolía.
-¿Son situaciones que conciliaste por el paso del tiempo?
Si, fue el tiempo. Además, apenas llegué a Mar Del Plata tuve un grave problema de salud, estuve internado y luché con un tratamiento muy fuerte. Lo que me mantuvo al margen de generar nuevo material y me llevó a buscar otros caminos; tranquilizarme, bajar, poder ver las cosas de lejos.
Al sentir objetivamente mi paso por Buenos Aires -prácticamente toda mi vida-, pude darme cuenta que había gente que pensaba tenía cerca y al final no estuvieron. Vi el espejismo.
-Dentro de este contexto ¿Cómo te venis relacionando con la electrónica?
Siempre hice música, de hecho los primeros años que me instalé acá seguí con mi proyecto electrónico, viajando al exterior. Fue hace un par de años decidí dejar el set de electrónica y empecé a componer canciones.
-¿Porque la decisión de dejar esa faceta?
Me pasaba lo mismo que con las redes sociales: la superficialidad, el tener que estar en estado festivo continuo. Eso no era lo que me pasaba a mí sentimentalmente. No es que vivo en un estado de tristeza pero tampoco sentía mucho el festejo en este último tiempo.
Veo deteriorarse mucho todo socialmente, no me gustan muchas cosas de este gobierno, siento que hay un sector bastante grande de la población mostrando una actitud muy fascista. La música que yo había elaborado era para bailar, para sentir esa cuestión de euforia de la fiesta. Ya no tenía mucho que hacer en ese sentido.
-¿No ves en el mundo del baile un compromiso contestatario?
No sé si es contestatario y no es que yo busque algo contestatario en la gente, pero cierto grado de conciencia es necesario. De todas maneras, entiendo y siempre me gustó mucho la parte de la música bailable y he tenido atracciones muy interesantes mientras bailaba música interesante, pero el espacio donde exponer la música decreció y en ese punto me encontré como patinando o dando vueltas en el aire. No sentía respeto por la trayectoria cuando me llamaban a tocar, sentía la banalidad de la fiesta que sucede sin tener mucho contenido. Me fui cansando. No quiere decir que no vuelva a hacer música electrónica y música bailable en un futuro.
-Tenes poca presencia en las redes sociales ¿Cómo te llevas con eso?
Me llevo más o menos con las redes. Ahora tengo Soundcloud y Youtube por cuestiones musicales, e Instagram que si bien es un poco más superficial, encuentro contenido que me interesa. No uso Facebook, me resulta tedioso el formato, me harté y lo dejé. Con el Twitter me pasó lo mismo.
Suelo dar de baja las cuentas y arrancar de nuevo, hacer nuevos contactos. Me parece bien el uso de las redes sociales pero por momentos termina siendo contraproducente.
-¿No te gusta la exposición?
Me gusta la exposición pero me gustaría que los mensajes se puedan entender más claros y que la gente esté más interesada en la música. El feedback que se recibe por las redes sociales en cuanto a música, no es muy saludable. Se pone un me gusta, pero no se va más en profundo, expresando las sensaciones que te genera. Mucho boludeo.
-Volviendo a tu reciente EP, fue editado para un sello fundamental como Casa del Puente...
Casa del Puente es una especie de proeza, porque no es un sello que gane dinero y apuesta todo el tiempo a seguir sacando material. El catálogo que tienen es enorme y hay artistas de excelente nivel. No sé si hay dos o tres sellos en Argentina que estén funcionando a ese nivel.
Creo que la gente debería adherir más, lo cierto es que no hay sellos que tengan onda. Las multinacionales editan a los pocos artistas grandes que nos quedan y el resto es una música comercial y barata, que es horrenda y no proporciona nada espirituoso.
-No sos muy amigo de las grandes discográficas...
Vengo tocando desde el año 86 y durante todo este tiempo he sentido que mi pensamiento por ahí es paranoico, que no puedo decir tal cosa, pero realmente creo que hay un complot. Las multinacionales actúan para el imperio. Necesitan que no haya intelectualidad en nuestros países.
Todo lo que tenga intelectualidad no tiene el visto bueno de las multinacionales. La gente no debe pensar más de lo que piensa. Tratan de achatarnos el pensamiento y las sensaciones. No es que yo tenga la palabra divina, yo percibo eso y no quiere decir que mi música sea infalible o mi música venga a traer intelectualidad, pero entiendo que hay un grupo de gente que se mueve así.
Por suerte, hay bandas como El Mato un Policía Motorizado, que me parecen excelentes. Se han hecho de abajo y sucede en los años 2000. Hay gente que tiene la necesidad de tener un poco de contenido e identificarse.
En el caso de la música electrónica también hay gente haciendo muy buenas cosas y tal vez llevan poca gente pero es música que tiene mucho nivel.
-¿Cuál crees que es el espacio que se le da al artista nacional respecto a los extranjeros?
Me acuerdo de haber tocado en Creamfields, siempre nos daban los horarios de la tarde y el espacio central era para los internacionales. Por un lado, la hospitalidad está bien, son conocidos y vienen de afuera, pero podían haber mechado a alguien local que pudiese generar un buen resultado musical. Nunca se arriesgaron en nada...
En alguno de esos eventos grandes, fui a tocar y me dieron una banana y dos latas de gaseosa, y pasabas por el camarín de los internacionales y tenían una pata de jamón glaseado... Nos están re cagando, el menosprecie que sentís es muy fuerte, y no tiene que ver solo con que uno se sienta menospreciado, el problema es que el que organiza se siente menospreciado, porque si vos sos un par y el tipo dice no a este ponele una banana y al otro un jamón, sentite que sos vos el que se está sintiendo así, no me traslades todo a mí. Date cuenta que no estás queriendo crecer en tu lugar.
El producto de la miseria que vivimos en los países de tercer mundo tiene que ver con un grave nivel de miserabilidad de la gente que tiene acceso, porque si tenes unas casa con un jardín hermoso, no lo vas a tener lleno de escombros, vas a quererlo con muchas flores...
-¿Cuál es la actualidad de otro de tus proyectos, Isla de los Estados?
Isla de los Estados esta en stand by porque no nos ha combinado la existencia para seguir generando cosas. Loló está con Entre Rios y el djing, yo estoy lejos. Tenemos una relación linda de amistad y no cerramos el proyecto, pero no estamos trabajando actualmente.
-¿En qué ocupás tu tiempo?
Hago música y hago libros. Tengo una pequeña editorial que se llama Rambla Ediciones, hago ilustración y fabrico los libros. Mi mujer es escritora. Siempre dibujé a lápiz y me puse con este proyecto, así como naturalmente, como me sucedió con la música. Es un proyecto nuevo con las primeras ediciones por salir.
-¿Y en cuanto a la música?
Estoy ensayando con Jupi Medvescig (guitarrista) la idea fue armar un show para presentar el EP, pero nos copamos y empezamos a desarrollar algunas ideas más. Así que tenemos unos 40 minutos de show, donde canto y toco el sintetizador, él toca la guitarra y Maru Valdez toca la batería. Salieron covers de Isla de los Estados, uno de Gustavo y Melero, también hay una canción que le hice a Gustavo hace algunos años (Cuando el Mar).
Es prácticamente todo tocado, no hay secuencias, las partes que hacían los sintes en el disco las hace la guitarra, es una banda con sonido más de canción rock. Seguramente vamos a estar para tocar hacia fines de verano, otoño.
Enlaces:
smarturl.it/Triptico
soundcloud.com/flav
Entrevista: Damián Levensohn
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