DANY NIJENSOHN
"No me gusta que la gente baile mirando al dj"
Una leyenda viviente -y vigente- de nuestra escena es el señor Daniel Nijensohn. Ya sea abordando su rol en la disquería El Agujerito o como residente de los ciclos Club Minimo y Back Up, nos paseamos por la historia y actualidad de uno de los personajes más cálidos e interesantes que tiene nuestra escena.
-Sos responsable de una mítica disquería como El Agujerito ¿Cuál es el camino que recorrieron todos estos años?
La disquería abrí sus puertas por el año 1968, eran 3 dueños. Yo empecé a trabajar en 1978, era una época en la que se vendían muchísimos discos. La disquería fue siempre básicamente de rock, popular y jazz, a lo único que nunca nos dedicamos es a música clásica. Siempre trabajamos sobre pedidos de la gente, vienen, encargan y en un tiempo razonable lo tenemos acá.
Por una cuestión de personalidad, inmediatamente ocupé el rol de encargado, y pasé a ser dueño junto a mi socia en un momento que comenzó a bajar la venta de discos. Cuando aparecieron los cds, la disquería cambió inmediatamente de ser solamente vinilos y casetes, a ser exclusivamente de cds, sacamos todos los vinilos. Fue el momento en que apareció algo nuevo que vimos tenia posibilidad de venta, y fuimos prácticamente la primera disquería que vendía solo cds. Como accesorio también vendíamos muy bien los discman.
Cuando apareció internet empezó a notarse la disminución en la venta de cds. Ahora, seguimos exactamente igual que antes, vendemos cds, vinilos y algo de casetes. Mi teoría es que hay un público de culto que compra cds o vinilos, que van a estar hasta el fin de los tiempos. Una parte de esa gente es coleccionista -uno más chiflado que el otro- yo era como ellos pero me relajé bastante. Y otra parte de gente, que le gusta escuchar música, entonces están constantemente comprando. Mi trabajo con esta gente es avisarles cuando hay novedades, mantenerlos al tanto.
-¿Se puede decir que el trabajo de quien atiende una disquería tiene que ver con un rol docente?
Siempre he compartido música con artistas y periodistas, como Leandro Fresco, Gustavo Lamas, Ismael Pinkler, Pablo Schanton, Alejandro Ros. Es un feedback constante, cada uno le va dando al otro algo. Pero la verdad no me siento un docente.
-¿Cómo viviste la llegada de Internet?
El laburo es hermoso, más lindo cuando viene alguien a compartir música y generas una charla de media hora. No hay mucho público joven, no creo que haya mucha curiosidad entre las nuevas generaciones por ir a una disquería. Cada uno de nosotros usamos la computadora como modo para buscar música. Yo antes recorría 10 disquerías para comprar, siempre la de al lado tenía algo que yo no. Pero con el inicio del fenómeno de internet, los discos se buscan en la red, no vas más a una disquería a buscar, no es necesario. Revuelvo los discos exactamente como hacía antes pero vía internet.
Lo que se pierde, obviamente, es el contacto humano. Pero sigue siendo muy interesante esa búsqueda, vas a Youtube o Beatport, elegís un disco y te va sugiriendo 15 más, eso reemplazaría la interacción que tenías antes con el personal de una disquería.
-Fuiste uno de los responsables de un ciclo muy especial como Club Mínimo ¿Qué recuerdos tenés?
Fue un ciclo muy especial que duró 2 años. Es muy lindo ver hoy día que hay gente a la que eso le produjo algo, es lo mismo que alguien más grande, se acuerde de que pasaba música en Cemento. Todos los chicos productores y djs que tocaron en Club Mínimo, luego de alguna formo explotaron, fueron muy reconocidos. La atmosfera era interesante porque comenzábamos con sonidos ambient, tranquilos. Fue un momento especial de la música.
Yo lo que hago en los ciclos de los que formo parte es pasar música, no hago otra cosa, los que van a la fiesta o te ven de afuera son los que piensan o suponen lo que vos haces, por eso quiero remarcar que en Club Mínimo, el complemento a mi labor fue de parte de Andrés Alperovich.
-A lo largo de tu carrera desarrollaste varias residencias ¿Cuál es la importancia de esa tarea?
En general está muy bueno ser residente porque estás tocando todas las semanas en un mismo lugar y llevas siempre música nueva, una propuesta interesante y te permite mostrar todo el tiempo nuevo material. Es mucho más lindo que tocar en distintos lugares, las dos cosas son buenas y son distintas.
Los que pasamos música podemos repetir algún track, pero estás todo el tiempo con una propuesta nueva. Por más que lleves 30 tracks que ya pasaste y que sabes que rinden, lo que más vas usar por excitación tuya, son siempre los 15 temas nuevos que llevas, son los que vos queres escuchar. Excita más escuchar lo que no conocés, creo que eso es la música electrónica. En una discoteca más comercial -como podía ser la parte latina cuando trabajaba en Morocco-, sí se basa en la cuestión de repetir los temas, tenés que dar a la gente los temas que quieren y ya conocen, en lo electrónico no es necesario hacer eso.
-¿Cuál es tu análisis de la escena electrónica argentina en la actualidad?
No me meto en la política de ninguno de los lugares, nunca me metí, no me interesa. Tampoco lo entiendo. Lo único que hago y me interesa es pasar música y me siguen llamando para eso.
Para alguien que empieza es complicado, pero siempre fue así. Si te gusta pasar o hacer música, de alguna forma y en algún momento llegas a poder hacerlo, mas allá de los problemas que pueda tener el medio en el que nos movemos. Vivimos en Argentina que es un lugar turbulento desde antes que yo naciera, eso nos hace en general más interesantes, porque sabemos nadar en estas aguas turbias que nos tocan vivir. No sé cómo es afuera porque siempre viví acá, pero cada vez que viene un artista de afuera les gusta mucho lo que pasa acá, creo que hay como una calentura o ganas de divertirse y aceptación con la música natural de nuestra escena.
Una cosa que veo y no me gusta, es que ahora todos bailan mirando al dj, se ha ido transformando la pista de baile. Antes te conectabas con alguien. En ese sentido, el dj reemplaza al grupo de rock, es una estrella.
El rock no existe desde hace 20 años, lo que existe es una mezcla de rock con electrónica que es bastante interesante. En 1975 yo pasaba Deep Purple, Led Zeppelín, Hendrix, era la música bailable del momento, hoy la música bailable es electrónica.
Enlaces:
facebook.com/daniel.nijensohn
Entrevista: Damián Levensohn
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