JIN YEREI
"Los sellos están muertos"
Jin Yerei es el alias con el que Federico Sánchez se muestra desde hace varios años. Con una discografía ecléctica que lo tiene como un productor sin ataduras, es noticia por el lanzamiento de su nuevo álbum, “The Only Way Out Is Throuhgh”. En esta nueva charla que nos encuentra, ofrece una vez más su particular visión de la música, la escena y la vida.
- Estás editando por estos días tu nuevo álbum “The Only Way Out Is Throuhgh” ¿Cómo fue el proceso creativo?
El disco lo inicié hace unos cinco años. Entiendo que, en esta época, tomarse ese tiempo es un montón. Lo tenía medio listo en 2020, pandemia de por medio y otras situaciones fueron detonantes para darle otra significancia. El disco se iba a llamar “Fotogramas de una Posible Revolución”, pero de repente sentí que no estaba conectando tanto con la idea de la revolución.
En el medio de esta cuestión y mi proceso personal, apareció un concepto que me pareció brillante: The Only Way Out Is Through. Tiene dos reminiscencias muy claras, una es el disco de Beastie Boys: “The In Sound From Way Out”, que está a su vez basado en un disco de Jean Jacques Perrey -un precursor de la música electrónica-. Por otro lado, investigando en sesiones de terapia, encontré el término “spiritual bypass”, que habla de cuando una persona tiene traumas o atraviesa ciertas cosas, aparecen los atajos. Te aferras a algo espiritual u holístico para alivianar ese trauma. Si bien hay algunos que funcionan, para mí, la única salida del trauma es atravesarlo.
Entonces este disco sale de eso. Tenemos varios caminos, pero la única salida es vivirlo, darse cuenta, generar un registro. Una cuestión casi pragmática.
- Muchos artistas separan lo que producen en el estudio de lo que les pasa emocionalmente ¿Es algo habitual que el proceso de tus discos esté atravesado por lo que estás viviendo?
Eventualmente termina siendo así. Es esta cuestión de cerrar etapas, sacas un disco que marca una etapa de tu vida, se distingue por los sonidos que usaste, por elegir ciertos sintes. Pero hay algo también que es la cabeza que tenías en ese momento, el nivel de madurez, como abordas una composición, desde que lado te sentas a hacer música.
Yo sentía en este caso, que el duelo por la muerte de mi viejo y otras cuestiones, tuvieron que ver un montón. Hasta que no pude reflotar todo esto que trasciende a lo sonoro no pude terminar el disco. Para mí, la música es una cosa y lo que rodea a la música es otra, que dicen es algo etéreo. Es muy inherente al proceso.
- ¿Tus discos anteriores también tuvieron procesos largos?
Con el anterior tardé tres años, iba a ser un disco de canciones, lo arranqué en 2012. Vivía en Neuquén en esa época, volví en el 2015 a Buenos Aires y era justo la época del digital bass con reminiscencias folkloricas, de bajar los BPMs, con Nicolas Jaar a la cabeza, con Chancha vía Circuito sonando en Breaking Bad y haciendo viajar ese sonido, Fértil Discos después. Así que, reformulé el disco y terminó llegando a otro lado. Me gusta tomarme mi tiempo.
- La edición es a través de tu nuevo sello, Awesome Tapes From Munro ¿Cómo ves el contexto de los sellos discográficos actualmente?
Creo que los sellos están muertos. Las distribuidoras le están pasando el trapo, son básicamente las que están haciendo plata porque entendieron el business: ser intermediario. Con una distribuidora podés tener un trato más personal. Con los label services te brindan todos los servicios que te daría un sello, a cambio de porcentajes de regalías. Ellos eligen si confían en vos o no. Básicamente, las distribuidoras se comieron a los sellos.
Hay algo importante que es que la distribuidora empuja proyectos y los sellos empujan la conexión entre artistas. Son dos cosas diferentes que probablemente en algunos sellos todavía estemos viendo, pero es lo único que queda, el laburo colectivo.
Si sos un artista emergente te puede resultar fácil o difícil, depende del conocimiento que tengas de la industria. Con ese conocimiento podés generar un producto. Yo quiero editar mi música, moverla por mi cuenta y le quiero dedicar lo que realmente vale, es una inversión casi romántica de tiempo, dinero y energía al servicio de la música.
- Saliéndonos de los sellos ¿Cómo analizas el momento de la escena electrónica?
Hay que ser lindo, salir bien en las fotos, tener tatuajes, jaja. Hay que responder a un arquetipo. Ok, quiero poner tal estilo, entonces tengo que ponerme cierta ropa. Es como una maquinita que los imprime. Tenés que trabajar en tu imagen, comunicar de cierta forma, seguir lo que hacen los artistas más grandes, replicar… No existe más trazar una línea y crear algo nuevo. Hay una cuestión aceleracionista. Pasa lo mismo con las fiestas, todas parecen la copia de otra. Esto genera erosión mental, tengo varios amigos que se fritaron en el camino. Menos DJs, más gasistas.
Si quiero pensar en números, copio un par de temas del que esté arriba y listo. Spotify te lleva a eso, porque si un tema se parece a uno popular, lo empieza a recomendar. La copia de la copia la genera la misma industria imponiendo desde el algoritmo.
- ¿Si generas algo original tenés oportunidad de trascender?
Es difícil. Pero se re puede, no te digo pegarla, pero siendo real las cosas se te pueden dar. Conozco a montón de gente que se le dio, por esa cuota de originalidad, y obviamente explotarla. Comunicar bien es fundamental, la mayoría comunica mal.
- ¿Cuál es la salida en una situación así que el alrededor no contagia?
Hago mi propia movida. Este disco lo mandé a un par de sellos que me gustaban y me dijeron que no porque no entraba en el sello. Fuck them. Es así porque es un disco extraño, pero para mí tiene mucho que ver con el disco anterior, en cuanto a reformular y encontrar el momento justo para su lanzamiento.
Entrevista: Damián Levensohn
Fotos: WÜLE / R. Cinquegrani
Enlaces:
Jin Yerei en Instagram
Preventa de The Only Way Out Is Through
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