RAFAEL ANTON IRISARRI
"Mi favorito de Soda es Canción Animal"

Rafael Anton Irisarri es un referente de la electrónica experimental a nivel global. Nacido en Estados Unidos, el prolífico ingeniero de sonido y productor editó este año “Impossibly Distant, Impossibly Close” junto a Abul Mogard y “FAÇADISMS”, su último trabajo en solitario. Mantuvimos una charla con él antes de su presentación en Barcelona para hablar de su nuevo trabajo, sus colaboraciones con Leandro Fresco, su disco favorito de Soda Stereo, Kraftwerk, el paso del tiempo y mucho más.

- Hace poco vi una foto tuya con Abul Mogard, ¡y estabas con la remera de Soda Stereo!

La había visto en una tienda en Nueva York, y todavía la gente joven a lo mejor no los conoce pero la gente de mi edad sí. Creo que es el logotipo del primer disco. De todos los discos de Soda es el que menos me gusta, porque todavía se estaban descubriendo en ese momento.

- ¿Cuál es tu momento favorito de su carrera?

Para mí su mejor disco de su obra entera es Canción Animal, es un disco con una producción increíble, y estaba muy, de alguna manera, muy de vanguardia con lo que estaba pasando. Ése disco sale en el ’90,y por las influencias que tenía de los años ’70 y tal, creo que es precursor de muchas cosas. Estaba adelantado. Por supuesto me encanta Dynamo, Sueño Stereo, Signos, Doble Vida, pero claro, los primeros dos discos eran un poco más como otras cosas, hasta que se encontraron.

Soda tenía muchas cosas, y cambió mucho. Eso era otra cosa que me gustaba de ellos, algo muy Bowie, cambios sonoros y de estética. Cuando llegan a Signos ya tienen un sonido propio, por supuesto influenciado por artistas como Echo And The Bunnymen, Tears For Fears, etcétera, sin embargo ya es un sonido propio. Eso pensaba el otro día, estaba junto a Benoit Pioulard escuchando The Seeds of Love de Tears For Fears, lo escuchábamos cantar a Roland, y pensaba en cuánta influencia tenía Gustavo de ellos, y nunca lo había pensado. Algo increíble, los escuché toda la vida y nunca lo había pensado.

- Cerati en los ’90 se acercó a cosas muy relevantes en la escena electrónica.

Gustavo Cerati se lo vivía, vivía los cambios. Hay un video de Lean (Leandro Fresco) con Gus en el Mutek, con Gustavo bailando a lo loco, y te das cuenta que el cronista no tenía ni idea de quién estaba junto a Lean. Este tipo de cosas son las que hacen que suene auténtico. Hay artistas que se acercan a ciertos movimientos porque están de moda, pero Gustavo realmente se lo vivía, era un artista-artista, por eso tuvo el impacto que tuvo.

- ¿Están trabajando en algo nuevo con Leandro Fresco?

Sí, hay música. Justo antes que quedáramos estaba hablando con Leandro, y también con Zeta Bosio, a Leandro le contaba cómo tuve todo el año a tope, y que el tipo de música que nosotros estamos haciendo, comercialmente no tiene ningún tipo de nada, es algo ajeno a lo que está pasando, pero es algo que nos toca el corazón. Es algo que uno quiere hacer porque le gusta, es la música que más lo toca a uno. Yo me pongo a pensar en canciones y discos que me han impactado mucho.. Creo que yo tengo más reproducciones que ellos en Spotify, cómo puede ser que sea posible. Usualmente, ¡lo que más me ha impactado es un fracaso comercial!

Este proyecto con Leandro es algo sin prisas, lo hacemos cuando lo hacemos. Es muy poco a poco. Estuvimos haciendo un rollo electrónico, rendiciones de música argentina en plan electrónica Berlín 90s, con Leandro cantando.

- Alguna vez me contaste que te influenció para empezar a cantar.

Sí, con cosas que están en Solastalgia, luego de procesar la voz bastante! Lo quiero mucho a Leandro, y me encantaría visitar Argentina antes que se acabe el país!

- ¿Cómo estuvo la presentación en México?

Increíble, Gibrana Cervantes, con quien toqué en CDMX también es increíble. Un sistema de sonido espectacular, público increíble a tope. Me encanta México, me encanta el DF y Mutek México, no por crear controversia pero para mí es mi favorito, de los Mutek es el que más me gusta.

- ¿Sentís que es real lo que pasa ahí?

Absolutamente. Es gente que está haciendo las cosas por el amor al arte realmente. Cada año se pone más difícil, y que lleven ya 20 años y se mantenga como una institución, tengo mucho respeto por ellos.

- Y sobre artistas como Mabe Fratti o Gibrana, leí que opinaste que están generando algo muy importante y similar a lo que se generó post 2000. ¿Cómo se dio ese acercamiento?

Originalmente Mabe me había contactado para que le hiciera un master de algo que había hecho ella con Concepción Huerta, ¡esto fue mucho antes que reventara todo! Mucho de lo que pasa con ellas como escena, lo que han estado creando, sobre todo en este rollo clásico moderno experimental me recuerda mucho a cómo era la escena hace 20 años en Berlin, con Jóhannsson, Hauschka, etc. Es un cambio radical muy parecido a aquél.     

- La idea de tu álbum FAÇADISMS surgió en 2016 en una gira por Italia, año en el que fuiste influenciado por las elecciones que ganó Trump en USA. Y acá estamos, 8 años después, en un momento similar.

Esto me ha hecho darme cuenta que el paso del tiempo no es lineal, son ciclos, como bucles, todos entrelazados.

- Sin embargo, artísticamente estás en un momento distinto que 8 años atrás.

Definitivamente, pero hay como unos temas que se repiten, por eso si analizas la forma de trabajar con los bucles, con los loops, se refleja esa forma de percibir el tiempo, que no es una línea de principio a final. Más bien se repite, todo lo que ha pasado hoy en día ya ha pasado, y se va a volver a repetir. Hoy en día, todo lo que está pasando en todos estos países donde la democracia va cayendo es muy parecido a la post guerra número uno y la guerra número 2. Ahora en Alemania han elegido lo que han elegido.. es muy difícil mantener una idea que no sea pesimista.

A la vez, aparentemente en Estados Unidos el americano es incapaz de aprender nada. Es increíble, todo se repite, el mismo tipo de retórica anti migrante, anti whatever, que tiene muchos matices, pero cosas del pasado. Aquí lo comenté con alguien al ver lo del 6 de enero en la tele, y lo comparaba con el ’81 en España, muy parecido.

- ¿Sentís que estamos más dormidos ahora, artísticamente?

Estamos mucho más dormidos, creo que charlaba sobre esto en México, sobre la generación Z, que tiene acceso a absolutamente todo, pero ningún interés en aprender nada. Y no tiene ningún tipo de contexto, creo que las subculturas ya han muerto prácticamente. En nuestra generación eras punk o goth o de algún tipo de escena, y eso fue muy importante para la gente joven, por ejemplo en España en los ’80 tuviste la movida madrileña, muy fuerte aquí, luego en los ’90 tuviste la marcha del bacalao, que fue increíblemente importante, en el País Vasco había movidas en los ’90, esas cosas ya no pasan estos días. La gente menor de 30 años no tiene contexto, han crecido con el móvil y mirando lo que está pasando en las redes, se ha perdido completamente el sentido de subcultura.

- Dejaste de cuantizar en la grabación del disco nuevo, para marcar el ritmo de modo manual. ¿Tardaste el triple en hacer todo?

¡Sí! Muy tedioso, para poder hacer que las máquinas, que son perfectas, se acoplen a algo que no es perfecto, hay mucho más trabajo. Esto que escuchamos ahora por ejemplo (temazo de Aerosmith de los ’70), nada de esto está cuantizado, y tiene imperfecciones, y lo que lo hace increíblemente grande son las imperfecciones que decidieron dejar en el disco. Y las limitaciones que había con la tecnología, tenías que ser buen músico y saber lo que vas a grabar. Esa voz es una sola toma, no hay quinientas ediciones. Hoy en día con tantas ediciones en estudio se crea cierta pereza y mal hábito. Son las cosas que han contribuido a que toda la música carezca de esa chispa que la hace especial. Por eso cuando escuchas este tipo de cosas como la que suena ahora, ¿cuánto tiempo ha pasado? Más de medio siglo, y todavía se está escuchando.

- Pero entonces, ¿Y Kraftwerk?

Nada perfecto, ¡ojo! Eso está todo tocado a mano. Soy muy fan y lo he estudiado mucho, Kraftwerk tiene mil imperfecciones en los discos. Tú escuchas Die Mensch-Maschine, y todos esos temas están tocados a mano, no está cuantizado, todo está hecho completamente a mano, con muchos errores en los procesos de mezcla; por ejemplo en Spacelab hay una parte donde han dejado uno de los canales sin mutear, y se escucha un sonido accidental hasta que de repente lo cierran, y eso fue un accidente muy funcional. Como ése error hay muchos en este disco. Eso es lo que le da el toque mágico.

- Siempre pensé que se agotaron en su obsesión con el perfeccionismo.

Es que hay eso también, es perfección, pero es otro tipo. Todo era análogo. Es muy cierto que cuando envejeces terminas como un poco confundido, esto es una forma de explicarlo. Y tienes que reencontrarte. Muchos artistas no lo logran, y otros sí. Si piensas en artistas como Bowie por ejemplo, ha hecho uno de sus mejores discos al final de su vida.

El otro día quería escuchar el disco nuevo de The Cure. Buenísimo, es increíble, me encanta. El punto es que le estaba enseñando estos dos singles a un amigo, y me recuerda un poco a la época de Bloodflowers, del 2000, y volví a escuchar eso, y realmente Bloodflowers tiene un sonido que es un producto enteramente de la tecnología de aquél momento. Principio del 2000. Se escuchan estos loops que son de ciertas librerías de loops de ésa época, claramente. Y si escuchas, de la misma época, el disco de Bowie de Hours, también tiene masomenos el mismo tipo de cosas pasando en términos de producción. El punto es que hubo un cambio muy radical, muy grande realmente cuando cambiamos al siglo XXXI, con la tecnología, y las cosas que se pueden hacer con la tecnología y al mismo tiempo las vertientes que pasan.

Te pones a pensar cómo sonaba esto que ahora suena de fondo (Night At The Opera de Queen), te mueves 5 años luego de ésto y ya todo suena completamente diferente, y si te mueves 10 años y comparas éste sonido con cosas como Tears For Fears, sólidamente es radical el cambio. Completamente radical. Llegó un punto donde tuvimos mucha innovación y cambiaban las cosas radicalmente cada 5 años. Llegamos a los 2000 y comienza a sonar todo de cierta manera.

- ¿Hay algo que hayas vivido en tu carrera que no quisieras repetir con artistas en tu plataforma?

Por supuesto. Por ejemplo esto de seguir sacando la mitad de lo que produzca el lanzamiento aún habiendo recuperado los costos de la edición, ése tipo de cosas. Quiero algo justo, sostenible, de calidad. La calidad es otro tema, hoy en día tenemos mil cosas en el móvil entre redes y etc. Hay muchos sellos que no voy a mencionar, que tienen un volumen de catálogo absurdo, es imposible seguirlos, creas una situación en la que algo se convierte en algo desechable, como un reel en Instagram. El tema es cómo evitar eso, que algo dure 5 minutos.

Entrevista: Paranoid
Foto portada: Molly Smith

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