REDUCCIÓN DE DAÑOS
Más info, menos riesgos
Esta vez, presentamos una nota especial sobre un tema en el que ya hemos hecho foco en variadas ocasiones: el consumo de drogas en la escena electrónica. Analizando el tema desde diferentes puntos, y con la opinión de uno de los máximos especialistas locales en reducción de daños, los invitamos a leer un artículo sin desperdicio.
Es 1 de mayo. Son las 2 y Amerika ya es una fiesta. Al fondo de la pista, se levantan la cabina del dj y cinco pantallas como un altar electrónico: Henry Saiz y su fiesta Mirage proponen un viaje sonoro y audiovisual que va a durar seis horas. Antes, hay un stand de PAF, un grupo de jóvenes que desde el 2017 -todos los fines de semana- da información en fiestas electrónicas sobre el uso responsable de drogas. Hay manzanas, bananas, folletos, caramelos y gafas. Este "Proyecto de Atención en Fiestas" ya llegó a más de 100 mil personas en dos años. Algo así como dos Creamfields.
El proyecto surgió como una respuesta colectiva frente a la tragedia de Time Warp: “En ese momento el foro de Argenpills explotó porque todos preguntaban por las pastillas ‘Superman’. Y a su vez, nos llegó un mail de la Asociación Civil Intercambios para invitarnos a hacer algo porque también muchos los estaban contactando a ellos. El primer paso fue reunirnos con un grupo de asistentes a fiestas para pensar juntos qué hacer”, así lo recuerda Tomás Pérez Ponisio, Coordinador de PAF y administrador del foro Argenpills. El foro es -a su vez- desde el 2009 la única fuente de información sobre las pastillas que circulan en el país: los usuarios hacen reseñas de las que consumieron y se sacan dudas si van a consumir. Lo único prohibido es comprar y vender.
Por otro lado, la ONG Intercambios se dedica hace más de 20 años a estudiar y atender problemas relacionados a las drogas con una perspectiva de derechos humanos haciendo una distinción entre aquellos que hacen un uso recreativo y los que tienen un consumo problemático. Por eso, luego de varios encuentros con un grupo de voluntarios -a mediados de 2017- hicieron la primera salida de PAF para repartir volantes informativos. También, habían hecho reuniones con los dueños de los boliches, y de a poco, lograron establecer lazos con los del under. El primero en darles un espacio sin dudarlo fue Under Club.
“La recepción del público es un diez -festeja Tomás-. Se sorprenden porque no es común que se abra un espacio para el diálogo y las consultas libre de prejuicios. Y eso es lo que nos motoriza”. PAF ya intervino en más de 60 fiestas y festivales en distintos puntos del país y con diferente cantidad de público: desde eventos con 80 personas hasta fiestas con 15 mil, como los shows de Hernán Cattáneo en Mendoza, Córdoba y Buenos Aires. “En las intervenciones que hicimos -destaca- nunca pasó nada grave. Solo algunas personas que tuvieron una primera experiencia y se pusieron nerviosas por sentir efectos en su cuerpo que nunca antes habían sentido. O algunas, que mezclaron drogas. Nosotros estamos ahí para acompañar y para que se relajen. Y en caso de que sea necesario, llamar al médico del lugar”.
“La escena electrónica local se volvió más popular y masiva desde de hace unos años”, asegura Tomás. Y recuerda, que hasta hace un tiempo había que esperar mucho más por una fecha. En cambio ahora, hay casi todos los días. Desde PAF se tratan de comunicar con la mayoría de las productoras y boliches ante cada fecha que sale para ir con el grupo de atención, aunque de a poco ya los empiezan a convocar. “Los materiales que entregamos -cuenta Tomás- los tenemos por financiamiento que conseguimos, pero el agua y la fruta va por cuenta del lugar”. Por otro lado, los voluntarios y las voluntarias fueron capacitados en jornadas de tres días en los que compartieron información, dudas y experiencias.
De todos modos, el consumo no es exclusivo ni inherente a la escena. Porque, como explica Tomás, en todos los ambientes hay consumos, no solo en los contextos recreativos nocturnos. “Sí creo -continúa- que hay cierta segmentación: porque en un recital de reggae quizás no haya gente tomando cocaína pero sí fumando marihuana, así como en una fiesta electrónica tampoco haya gente alcoholizada pero sí tomando éxtasis”.
Según un informe de la Sedronar, el consumo de éxtasis entre jóvenes de 12 a 17 años aumentó un 200% entre 2010 y 2017. La iniciación en el consumo, que antes era a los 16 años, hoy es a los 14 y medio. Además, aumentaron el consumo de sustancias ilícitas y abuso de alcohol en jóvenes de entre 12 y 17 años: el 50% de los menores encuestados había probado alcohol en el último mes. A su vez, en comparación con el 2010, se triplicó el número de jóvenes que alguna vez consumió cocaína. Un tercio de ellos manifestó que le era fácil conseguir cocaína en 24 horas.
A nivel internacional, la reducción de daños es una política de estado en muchos países. En Portugal -donde se despenalizó el uso y posesión de sustancias para consumo personal desde el 2000- se celebró la 26ª conferencia sobre reducción de daños (Harm Reduction International), con la participación de más de 90 naciones. Allí Michelle Bachelet, ex presidenta de Chile y alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, señaló que el lema “Las personas antes que la política” es un llamamiento para “avanzar en el reconocimiento de los derechos de las personas que usan drogas”. Por otro lado, afirmó que “la guerra contra las drogas fracasó” porque el consumo en lugar de disminuir crece. En cambio, en Portugal -según la Drug Policy Alliance- el consumo disminuyó del 13, 3% al 5,1% en la población de 15 a 34 años en 2012.
Además, en muchos otros países los testeos de sustancias demuestran resultados en la baja de intoxicaciones y muertes. “Hasta hace un par de años se podían comprar reactivos para hacer un test colorimétrico para saber si las pastilla tenían éxtasis o LSD. Pero ya no se puede hacer porque los ingredientes para hacer los reactivos están ahora regulados por la Ley de Precursores Químicos.
“En ese sentido, retrocedimos”, lamenta Tomás. “Una instancia de análisis o testeo de sustancias te da un nivel de información inigualable. Y la gente quiere saber. Nos preguntan principalmente por dos cosas: testeo y mezclas. Nosotros permanentemente estamos en contacto con otras organizaciones que sí hacen testeos. Y creemos que es una instancia para la cual tenemos que trabajar”.
Tanto Energy Control -España- como Échele Cabeza -Colombia- son organizaciones amigas de PAF que tienen un servicio de análisis de sustancias psicoactivas que permiten identificar la presencia o ausencia de una sustancia determinada, la cantidad de esta sustancia dentro de la muestra y la presencia de otras sustancias como adulterantes o suplantadores. De esta forma, las personas usuarias cuentan con información certera a la hora de tomar decisiones sobre su consumo.
“Generar una cultura del cuidado -concluye Tomás- lleva muchos años de construcción y nosotros somos los únicos que estamos tirando para ese lado. Las personas -más allá de que consumen algo ilegal y que no saben exactamente qué contiene- salen para pasarla bien. Por lo tanto, afirmar que todo el que consume es un adicto es erróneo. Nosotros venimos a reducir los riesgos pero también a gestionar el placer”.
Enlaces:
Facebook de PAF
Foro Argenpills
Harm Reduction International
Facebook de Energy Control (España)
Texto: Sole Vela
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